El Consejo de Ministros no suele prodigarse en decisiones para las comarcas de l'Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla y cuando lo hace suele ser por cuestiones relevantes. Por ello, es significativo que el Gobierno de Rajoy aprobase el pasado viernes la inclusión de la subestación eléctrica de Castalla para 2018, dentro del Plan de Desarrollo de la red de transporte de energía eléctrica 2015-2020.

De consumarse el proyecto en la fecha programada ahora, habrán pasado diez años desde el primer anuncio para el proyecto. Héctor Torrente, directos de IBIAE, recordaba estos días que «el problema de la falta de potencia eléctrica en la Foia se lo trasladamos al ministro Joan Clos, titular de Industria, cuando nos hizo una visita». La presencia del ministro de Zapatero fue en la campaña electoral de las generales de marzo de 2008, concretamente el día 5, y allí conoció el problema que ya se le planteó por parte de los empresarios y también de los políticos ibenses de que hacía falta más potencia eléctrica. «El ministro nos dijo que si ganaban las elecciones se haría», resaltó Torrente, pero luego Clos no siguió en el cargo.

Aún así, la subestación se incluyó en el programa y en 2012 fue aprobada su instalación, aunque más tarde Rajoy anuló todo el programa en el punto álgido de la crisis. Las presiones de la Foia acabaron reprogramándola para 2016, aunque recientemente trascendió que se había demorado a 2018, una plazo sobre el que los interesados aún desconfían. Desde el Gobierno central se resalta que el proyecto se consumará para entonces, aunque los empresarios, los alcaldes y la Generalitat Valenciana tienen previsto seguir presionando para acortar los plazos, ya que el incremento de potencia es imprescindible para empresas y vecinos.