Ya escribí que Guanyar Alcoi se situaba en una posición muy díficil: con el mejor resultado de la historia (5 concejales y segunda fuerza municipal) y en la oposición, con sus antiguos socios del PSOE al frente de un gobierno minoritario. Pasados cinco meses, el equipo que coordina/dirige Estefanía Blanes no oculta su decepción, al sentirse marginado por el PSOE, al que define como una «junta gestora» porque sólo se ocupa de «gestionar».

Mientras el PP, por ejemplo, trata de adaptarse a los nuevos tiempos y a su propia estructura -cuatro ediles, sede renovada en planta baja, Isabel Bonig y Alcoinnova-, Guanyar esgrime la labor realizada estos meses, casi punto por punto, junto al resultado obtenido, en general «decepcionante», según su propia confesión. Con la única excepción de Manolo Gomicia, entienden que el resto del gobierno les ignora, cuando no rechaza sistemáticamente sus propuestas.

«Nosotros nos ofrecemos a colaborar porque nos sentimos capacitados para gobernar; por eso proponemos cosas y las trabajamos, como hicimos con el manifiesto de la dependencia», subraya Cristian Santiago. «Queremos apoyar para que las cosas salgan bien, por el bien de la ciudadanía», añade Naiara Davó.

Frente a esta «predisposición» se sienten «bloqueados» por el gobierno del PSOE. «Lorena Zamorano nos dijo hace cinco semanas que en una semana nos veíamos para hablar del Reglamento Orgánico Municipal, mientras María Baca lleva tres meses sin darnos la información que le pedimos sobre viviendas para atender a refugiados», señalan. Tampoco han podido acceder a la memoria operativa del Àgora. «El funcionario encargado nos ha dicho que tenemos que pedirlo por Registro, como cualquier ciudadano», apuntan.

Estefanía Blanes también pone un ejemplo. «Aún no han decidido si nos facilitarán la documentación de Alcoinnova; lo tienen que decidir», detalla, mientras Mauro Colomina apostilla: «estamos haciendo una oposición novedosa, como grupo mayoritario», comenta.