El «exito» de «Madama Buterffly» en Alcoy ha acabado generando una cierta controversia en las redes sociales, después de que desde Amigos de la Música, entidad organizadora, se lamentara la falta de 200 butacas en el Teatro Calderón. «En 2001 [cuando se reformó el Calderón] ya advertimos que 750 butacas para Alcoy era muy poco. Se ganó en comodidad, pero con un aforo insuficiente», explicó su presidente, Alfonso Jordá.

Todo esto es consecuencia de que la entidad agotó dos semanas antes el billetaje para la «Buterffly» y posteriormente tuvo que desestimar numerosas peticiones de localidaddes. «Es una pena un teatro medio vacío, pero aún más lo es que se quede público fuera. Y más público habría reduciro el precio de las entradas», agregó.

El director del Centro de Cultura Miquel Santamaría intervino, defendiendo que el aforo del Calderón es válido para la mayor parte de actuaciones que se desarrollan a lo largo del año, y que se queda corto en 2 ó 3 actos como máximo a lo largo de todo el año.

Una apuesta del PP

La configuración del Calderón es fruto de una apuesta directa del gobierno del PP de Miguel Peralta, Jorge Sedano y Trini Miró.