El gobierno del Ayuntamiento de Alcoy, que lidera el socialista Antonio Francés, está presionando a la Generalitat para que finalice a su cargo la reforma y rehabilitación de las casas del grupo Sant Jordi, que quedó inacabada en el verano de 2012. La constructora Hormigones Martínez dejó en suspenso la intervención, con 19 viviendas y un patio sin acondicionar, después de no haber cobrado ni un céntimo de los 1,8 millones con que la Conselleria de Infraestructuras le adjudicó las obras.

Desde entonces, todos los compromisos con el anterior gobierno de la Generalitat fracasaron, a la hora de conseguir la asignación de fondos para culminar la actuación, como tampoco ha prosperado la primera con el nuevo ejecutivo, por la total ausencia de recursos.

En esta situación, transcurridos quince años desde que se puso en marcha el proceso por el deterioro de las casas de Sant Jordi, se han acondicionado 69 de las 88 viviendas y resta por acometer las 19 restantes; concretamente dos bloques situados frente al mercado de San Roque.

El alcalde Antonio Francés y la edil María Baca, responsable del área de vivienda, han explicado que los propietarios de las viviendas que faltan «podrían acogerse al plan que hemos concretado» y que puede permitir una inversión de hasta 6 millones de euros en Alcoy. Sin embargo, Francés no ha ocultado su preferencia de que «los vecinos no se acojan porque aunque tienen una subvención del 5%, resultarían discriminados con respecto a los demás, cuyos pisos estaban totalmente cubiertos». Por ello, ambos significaron que se sigue trabajando y presionando a la Generalitat para que financie al 100% las obras que faltan.

De momento, lo último que se ha hecho en la zona ha sido el acondicionamiento de la zona interior común, que acometió la Generalitat en el verano de 2014, pero sin incluir las viviendas que restan.