La 669 edición de la Fira de Tots Sants de Cocentaina ya es una realidad. El certamen arrancó ayer con nada menos que 900 expositores que, sobre una superficie de 126.000 metros cuadrados, ofertan los más variados artículos en automoción, maquinaria agrícola, artesanía y alimentación, entre otros. A ello se suman numerosas exhibiciones teatrales y musicales, y otros alicientes como las once exposiciones que, en distintos emplazamientos, satisfacen los más variados gustos en materia cultural.
La Fira de Tots Sants de Cocentaina ya ha empezado a andar. Desde ayer y durante todo el fin de semana los miles de visitantes que pasarán por el certamen se encontrarán con múltiples alicientes tanto comerciales y de ocio, como también de carácter cultural. Son 900 los expositores que toman parte en el evento, los cuáles han quedado distribuidos por un entramado urbano de 126.000 metros cuadrados. La automoción, la maquinaria agrícola, la alimentación y la artesanía son los sectores mayoritarios y más destacados, aunque también hay espacio para los productos típicos y la venta ambulante, entre otros. Además se cuenta con una zona de degustación de productos gourmet.
La ampliación de los sectores de gran formato, como es el caso del de los automóviles, ha propiciado que el valor económico de los productos expuestos se dispare este año hasta los 52 millones de euros, frente a los 40 del año pasado, lo que da una idea del impresionante volumen comercial que representa el veterano certamen.
El Mercado Medieval, el Zoco Árabe y el Porrat Valencià, todos ellos gestionados por la compañía valenciana La Fragua de Vulcano, vuelven a ser irresistibles puntos de atracción en el área de la Vila Vella, el Raval y el Pla de la Font. En estos enclaves, además, se ofrecen más de 200 actuaciones de animación, espectáculos teatrales y música distribuidas en cinco escenarios fijos.
Además de la tradición, el certamen conjuga la modernidad con la Fira Tecnológica, que este año ha renovado su formato con una gran carpa situada en la calle Roger de Llúria en la que empresas punteras e instituciones como el Campus de Alcoy de la Universidad Politécnica de Valencia muestran los últimos avances en robótica, diseño, dispositivos electrónicos, televisores, videojuegos, animación en 3D e impresión.
Otro de los alicientes son las once exposiciones que han quedado distribuidas por el Palau Comtal y otros emplazamientos de la localidad, y que ofrecen un interesante recorrido por la historia, el patrimonio, el medio ambiente, la escultura, la moda y el arte contestano.
En la oferta de ocio, el tradicional Fira i Festa se ha transformado por una parte en una variada programación de conciertos cada noche y por otra en un concurso de músicos noveles durante el día con presencia de discográficas y managers.
La organización ha habilitado 139.000 metros cuadrados de aparcamientos distribuidos en diez zonas distintas situadas en el casco urbano y la periferia. Las más alejadas, además, cuentan con autobuses lanzadera para acercar a los visitantes al punto neurálgico de la Fira. Sse han incrementado, asimismo, las frecuencias de los trenes en la línea ferroviaria Alcoy-Valencia, con autobuses también en la estación contestana.
En definitiva, un enorme bazar capaz de satisfacer los gustos más variados y exigentes, que como suele ser habitual, se espera que sirva para atraer durante todo el fin de semana a miles de visitantes procedentes tanto de la Comunidad Valenciana como de otras regiones limítrofes.
