Quedó inaugurada la XXXIII Temporada de Amigos de la Música con una de las obras cumbre de la literatura musical de todos los tiempos como es «Madama Butterffly» de Giacmo Puccini, la cual desde 1904 sigue cautivando a los públicos de todo el mundo, incluso a los que la ópera no les atrae demasiado. Esta es la grandeza de «Buterffly».

En Alcoy se agotó el aforo quince días antes de la función, pese a que es la ópera más representada en Alcoy desde 1993, pero con diferentes producciones escénicas y de cantantes.

La vista en el teatre Calderón el pasado domingo, resultó una producción escénicamente elegante, con momentos realmente vistosos y con un excelente movimiento de personajes lo cual significa que la dirección escénica obtuvo en Roberta Matelli, la directora, un notable alto, siendo una de las más aplaudidas de la noche.

Musicalmente, destacaron los cuatro protagonistas principales: la extraordinaria soprano japonesa Miki Mori en el rol de Cio-Cio-San (Butterrfly), el joven tenor murciano en ascenso David Baños como Pinkerton, Liliania Matei, una colosal mezzo en el delicioso papel de Suzuki y el siempre solvente barítono valenciano Javier Galán en el rol del cónsul Sharples. Muy bien entonado el Coro Hirosaki de Japón que tuvo en el conocido «Bocca chiusa» su momento más delicioso, y bien resulta la dirección musical a cargo de Martin Mázik al frente de una más que solvente orquesta sinfónica de cuarenta y cinco profesores.

En definitiva, un éxito de público y un logro artístico al que no se le puede pedir más, tratándose de una compañía profesional como es Ópera 2001, la cual, con tres repartos distintos, está ofreciendo esta producción en distintas capitales españolas y del sur de Francia.

Para octubre de 2016 volverán a Alcoy con «El barbero de Sevilla» de Rossini, en lo que supondrá un nuevo espectáculo.