El Museo Arqueológico «Camil Visedo», de Alcoy, ha incorporado a sus fondos un nuevo legado, en este caso de la familia de Enrique Vilaplana Juliá, el ingeniero que en 1884 descubrió los enterramientos eneolíticos de les Llometes, datados entre el 3.000 y el 2.500 a. C.
La donación ha sido aceptada por la Junta de Gobierno municipal, por lo que pasa a los fondos del Museo y consiste en siete documentos manuscritos del propio año 1884, que hacen referencia al descubrimiento y la investigación de la cueva prehistórica de Les Llometes. Asimismo, incorpora un conjunto de materiales arqueológicos y paleontológicos de procedencia local.
Estos fondos han estado en manos de la familia y han sido aportados ahora por los herederos del ingeniero que excavó y documentó los hallazgos prehistóricos. Entre los documentos entregados, según explican fuentes municipales, se encuentra el texto original de la memoria que describe el hallazgo de los restos, un manuscrito que el ingeniero alcoyano redactó en colaboración con el naturalista valenciano Joan Vilanova i Piera, quién lo difundió a nivel científico. Además, está considerado uno de los primeros estudios sobre la prehistoria valenciana.
Desde el Museo se destaca que los documentos, hasta la fecha inéditos, son cuatro cartas que ambos intercambiaron a finales de 1884, en las que se informe detalladamente del descubrimiento y excavación de las tumbas prehistóricas. Se trata de la segunda donación de esta familia sobre el mismo tema, remontándose el anterior a 1945, año de apertura del Museo Arqueológico. En aquel caso se trató de los restos prehistóricos que el ingeniero alcoyano había conservado.
El hallazgo original fue efectuado por unos trabajadores de forma casual, permitiendo el descubrimiento de seis esqueletos eneolíticos y diversas piezas.
