El Teatro Principal, de Alcoy, tiene rampa a la entrada; en teoría, presupone que el edificio es accesible, pero en realidad no es así. «La rampa es engañosa, porque se hizo al revés. Tienes que levantar las ruedas para poder pasar y corres el riesgo de volcar», explica Carolina Corbí, tras haberla franqueado no sin dificultades. Es una «barrera arquitectónica» que persiste en la ciudad, a pesar de que, en este caso, cuando se remodeló y acondicionó el edificio se construyó una rampa para hacerlo «accesible».
La difícil maniobra de entrada y salida de Carolina Corbí con su silla de ruedas fue seguida con atención por otros miembros de la asociación de personas con diversidad funcional Avanzar, que la plasmaron gráficamente de forma exhaustiva. No se trataba de una acción aislada. «Estamos documentando las barreras arquitectónicas que hay en la ciudad, para completar un informe», explica Modesto Satorre, con el apoyo de Josep Fuster.
Los planes y actuaciones de accesibilidad ejecutados por el Ayuntamiento desde hace años no han conseguido resolver todos los problemas. Se ha avanzado en algunos aspectos, por ejemplo en las aceras de la avenida País Valencià, que desembocan en pequeñas canaletas que suponen verdaderos problemas para las sillas de ruedas y los carros de bebé, que apenas pueden pasar, como se puede observar cada día, a pesar de que se actuó para tratar de resolverlo. Y ello sin contar los resbalones en días que caen cuatro gotas.
Avanzar, señalan Satorre y Fuster, está inmersa en un proceso de documentación que se convertirá pronto en un informe de barreras que nunca se acaban. Los problemas, explican, se detectan por toda la ciudad, pero estos últimos días se ha estado analizando de forma detallada el centro urbano.
El acceso al Teatro Principal, difícil como subraya Carolina Corbí -es «una trampa para sillas de ruedas»- es un ejemplo, pero «poco se puede decir del edificio del Ayuntamiento en la calle Mayor, que es absolutamente infranqueable y sin hablar de la Llotja Sant Jordi», afirman Fuster y Satorre. Al menos ahora se puede acceder al salón de plenos, gracias al ascensor desde la planta baja.
Con todo este trabajo, Avanzar quiere volver a poner sobre la mesa la necesidad de actuar en puntos muy concretos a la hora de resolver los problemas de la ciudad para las personas con movilidad limitada. Así, se entregará una lista para que se resuelvan los contratiempos.
