El Instituto Tecnológico del Juguete (AIJU), cuya sede se encuentra en Ibi, cumple 30 años con un balance más que positivo. Su puesta en marcha supuso un antes y un después no sólo para el sector del juguete, sino para todos aquellos relacionados con los productos infantiles. Sus trascendentales aportaciones en materia de seguridad, investigación, innovación y desarrollo han sido vitales para las empresas, hasta el punto que desde hace tiempo está considerado como un referente a nivel internacional.
Fue un 18 de junio de 1985 cuando se constituía en Ibi la Asociación de Investigación de la Industria del Juguete, Conexas y Afines (AIJU), también conocida como Instituto Tecnológico del Juguete, entidad que nacía a iniciativa del Instituto de la Pequeña y Mediana Industria de Valencia (IMPIVA) y de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) con el fin de apoyar el desarrollo del sector juguetero. José Antonio Moltó Gisbert fue su primer presidente, y a la inauguración de los primeros locales, situados en la avenida del juguete, asistió el por aquel entonces conseller de Industria, Andrés García Reche. AIJU nacía como una asociación sin ánimo de lucro orientada a la investigación, el desarrollo, la innovación tecnológica y el aumento de la competitividad, y se convertía en el primer organismo autorizado por el Estado para la realización de análisis e informes de laboratorio de productos infantiles.
La evolución desde entonces ha sido extraordinaria, tanto en lo que respecta a instalaciones, con el estreno y posterior ampliación de la actual sede, como también en lo relacionado con las aportaciones realizadas no sólo al sector juguetero, sino a todos aquellos que tienen que ver con el desarrollo de productos infantiles. De hecho, AIJU es en estos momentos todo un referente en el contexto internacional.
Los pilares básicos del instituto son la innovación y la competitividad, a través de un trabajo diario que se ha visto reforzado con los cerca de 300.000 ensayos emitidos a lo largo de todo este tiempo. La entidad ha sido pionera en el análisis de infinidad de productos y centro de referencia de ensayos en materia infantil. Además, está a la vanguardia en las normativas de seguridad, fundamental para que las empresas apuesten por el centro.
Aparte de jugar un papel indispensable en la normalización y certificación de las citadas normativas, AIJU es puntero en diseño CAD y realiza estudios de antropometría en niños, así como pedagógicos para los productos infantiles. Durante estos 30 años ha llevado a cabo iniciativas como el análisis de miniaturas, la diagnosis medioambiental de la industria juguetera o el desarrollo de juguetes accesibles para los discapacitados. Se ha convertido en un centro de prototipado y ha participado activamente en proyectos de investigación europeos.
También se ha distinguido en el impulso de juegos pensados para mejorar la calidad de vida de los mayores, en el desarrollo de prototipos flexibles y en la creación de una marca propia de calidad comprobada. Está acreditado para comprobar y asesorar en la seguridad de los parques infantiles, realiza diseños en 3D y ha impulsado la creación de juguetes personalizados en un proyecto destinado sobre todo a niños con discapacidad motora. También lleva a cabo ensayos con plástico y alimentos con el objetivo de preservar la salud, y ha jugado un papel muy destacado en materia de formación.
Destaca, asimismo, la puesta en marcha en 1994 de una ludoteca, y la publicación desde 1991 de una guía del juguete que es utilizada por empresarios, fabricantes, comerciantes y consumidores de toda Europa como un imprescindible libro de estilo.
Las instalaciones actuales de AIJU, inauguradas en 1993, se configuran como un edificio inteligente en el que se dispone de laboratorios de última tecnología con sistemas informáticos innovadores para el análisis y diseño de materiales y juguetes.
Financiación
AIJU, como el resto de institutos, ha sufrido en los últimos tiempos la caída de las inversiones públicas destinadas a la investigación, el desarrollo y la innovación. España se sitúa a la cola en esta materia, y la Comunidad Valenciana aparece en la sexta posición, por debajo del gasto medio español.
Pese a todo, el instituto dispone en la actualidad de un presupuesto de 5,5 millones de euros, de los que un 45% proceden de fondos públicos y el resto de privados a través de la facturación por los servicios prestados a las empresas. En total, son 72 los trabajadores que conforman la plantilla.
En lo que respecta a empresas asociadas, el número se sitúa en estos momentos en 470, de las que 164 pertenecen específicamente al sector juguetero. El resto pertenecen a otros sectores como la transformación de plásticos, la puericultura o los moldes.
