Las gestiones se están intensificando y la pesadilla del Centre d'Art d'Alcoi (CADA) puede convertirse en un sueño a corto plazo, toda vez que la Fundación CAM y el Ayuntamiento de Alcoy están trabajando bajo la premisa de tratar de que el recinto pueda estar operativo antes de fin de año. De esta forma, finalizaría un ciclo de más de cinco años en el que el recinto sólo llegó a estar operativo siete meses.
A finales de julio, como adelantó este diario, el presidente de la Fundación CAM Matías Pérez Fenoll y el alcalde Antonio Francés protagonizaron una entrevista en la que coincidieron a la hora de declarar como «prioritaria» la puesta en servicio del complejo. Inaugurado el 28 de diciembre de 2010, cerró para el verano de 2011... y hasta hoy. Las obras que habían quedado inacabadas y la posterior crisis y desaparición de la CAM lo dejaron en el limbo.
Ahora, parece que esta situación está destinada a cambiar a corto plazo, en el que, además, el CADA puede convertirse en un referente para la ciudad e incluso la provincia, ya que la Fundación CAM mantiene el objetivo de ubicar las cerca de 250 obras de arte contemporáneo que integran su colección. «Hablamos de unos fondos extraordinarios, con Tàpies como figura más destacada», explica Raúl Llopis, concejal de Cultura de Alcoy.
Ambas partes han vuelto a mantener contactos tras las vacaciones y está previsto efectuar una visita antes de fin de mes, «con el objeto de constatar las actuaciones que son necesarias para la licencia de apertura. También constataríamos el importe de las obra a realizar», manifestó el edil. En este contexto, ambas partes tienen la voluntad de que los procesos pudiesen estar terminados con rapidez, de manera que el CADA reabriera aún en 2015.
Así, la Fundación CAM ocupará toda la planta baja con la exposición de arte contemporáneo, mientras el Ayuntamiento tiene en estudio el proceso para definir el uso que dará a sus espacios. «Vamos a decidir qué hacemos con las salas de la planta superior, porque el Ayuntamiento tiene fondos propios pero también promueve exposiciones. En este caso, además, se acrecientan los atractivos con la exposición de arte contemporáneo, que puede tener efecto llamada de artistas».
En este sentido, se descartará la Llotja Sant Jordi para exposiciones, mientras el Àgora se destinara a muestras tecnológicas y el Club Unesco empleará su sala para iniciativas propias. Esto puede implicar que las muestras del Centro Cultural se ubiquen en el CADA, «lo que liberaría espacio para la Biblioteca y el Archivo municipales», que ahora tienen carencias para sus actividades.
