Las asociaciones de vecinos pusieron el grito en el cielo a finales de julio ante la proliferación de las quejas en torno a las terrazas de bares, cafeterías y restaurantes en Alcoy; ahora, el Ayuntamiento ha anunciado que trabajará para «intentar controlar al máximo las licencias y el funcionamiento», después de la primera comisión de seguimiento con los profesionales y los grupos políticos.

Durante la sesión, el concejal de Urbanismo Manolo Gomicia explicó que hay contabilizadas 148 terrazas, de las que 38 están autorizadas y 18 tienen el permiso en tramitación... lo que implica casi 100 fuera de la legalidad en estos momentos. «Es un proceso nuevo que estamos acometiendo y hay ahora un total de 47 expedientes abiertos, que pueden derivar o no en sanción, en función de que se solucionen las cuestiones que se señalan», agregó el edil.

En la primera sesión de la comisión de seguimiento, a la que se invitó a los grupos políticos municipales y a la Cámara de Comercio e Industria, por parte del propio edil de Urbanismo, «hemos abordado propuestas para mejorar la ordenanza, que se analizarán en febrero. Estamos valorando la situación, porque hay un programa de seguimiento de la ordenanza o de terrazas sin permiso. El compromiso del Ayuntamiento se dirige a intentar controlar al máximo las licencias y el funcionamiento, aunque la verdad es que no ha habido muchas críticas. El objetivo que tenemos es buscar la colaboración de los hosteleros para legalizar las situaciones más que en imponer sanciones».

De momento, los inspectores municipales están en fase de solicitud de información a los establecimientos, constatación de la legalidad y, en su caso, apertura de expedientes. Una de las decisiones adoptadas en la junta pasa por «entregar a la totalidad de establecimientos una fotocopia plastiicada a gran tamaño del espacio, las mesas y las sillas que tienen autorizadas, así como un plano y los horarios, que se acaban a las 0,30 horas, sea cual sea el tipo de establecimiento», indicó. Este cartel tendrá que exponerse en un punto visible, para que usuarios y transeúntes puedan constatar que el despliegue es el que corresponde.

Gomicia, por último, apeló al civismo para que se cumplan los criterios de la ordenanza.