La consellera de Agricultura, Elena Cebrián, apuesta por usar aguas depuradas y desaladas para el riego, con el objetivo de que la Comunidad Valenciana llegue a ser autosuficiente y no tenga que depender del trasvase Tajo-Segura.

Cebrián se refirió ayer a la polémica suscitada con la pretensión de Castilla-La Mancha de suspender el trasvase por la carestía de caudales en los embalses de cabecera. Según manifestó a este diario, «el trasvase es una solución técnica a la falta de agua y lamentablemente se usa como arma arrojadiza. En cualquier caso, nosotros tenemos que mirar al futuro y utilizar mejor los recursos de los que disponemos para llegar a ser autosuficientes». M. V.