La retirada de los andamios marca la recta final de las obras de rehabilitación del puente de San Jorge en Alcoy. En estos momentos sólo resta por completar un pequeño tramo de barandilla, a la espera de que el Ayuntamiento decida si aprovecha la actuación para retirar los pretiles y ampliar las aceras. Las obras, largamente esperadas, concluyen con retraso, debido a incidencias como las tormentas registradas este verano, que provocaron interrupciones en los trabajos.

Tal y como ha venido informando este diario, la empresa Freyssinet arrancaba el pasado mes de mayo las obras de rehabilitación del puente de San Jorge, quizá el más emblemático de la ciudad, tras nada menos que veinte años de espera. La actuación, asumida por el Ayuntamiento, iba a centrarse sobre todo en la consolidación de las balaustradas, muy deterioradas como consecuencia del paso del tiempo.

El proyecto empezó a gestarse en 1986 y se encontraba pendiente desde 1995. Durante todo este tiempo las obras han ido apareciendo y desapareciendo de los presupuestos de la Generalitat, pero sin que la inversión que figuraba llegase nunca a hacerse efectiva. Al final, tras reiterados incumplimientos y ante el imparable proceso de deterioro del puente, el Ayuntamiento decidía asumir el coste de las obras.

El proyecto fue adjudicado a la empresa Freyssinet por un importe de 236.000 euros, y los trabajos se iniciaban a principios del mes de mayo. En primer lugar se acometió la rehabilitación de la balaustrada derecha, para lo cual fue necesario montar dos aparatosos andamios móviles que han obligado a mantener desde entonces cortado al tráfico en dirección al centro de la ciudad.

Completada la primera fase de las obras, fue a mitad de julio cuando se acometía la rehabilitación de la balaustrada izquierda, operación ésta que ya ha tocado prácticamente a su fin. La empresa procedía ayer a desmontar los andamios para permitir completar los trabajos en un pequeño tramo de barandilla que queda pendiente, actuación ésta que quedará terminada en los próximos días.

A partir de ahí, al Ayuntamiento le tocará tomar la decisión de si retira finalmente los pretiles que separan la calzada de las aceras, y si opta o no por ampliarlas como han solicitado colectivos como la Colla Ecologista La Carrasca y por reducir el número de carriles, de manera que pase de los tres que tenía hasta ahora a sólo dos. También, por último, se tendrá que proceder al reasfaltado del deteriorado firme.