La Font Roja ha vuelto a quedarse por segundo verano consecutivo sin agua. La sequía ha propiciado que de la fuente que da nombre al paraje apenas manen unas pocas gotas, y que los días de mayor afluencia de gente se encuentre completamente seca.
La Font Roja es un parque natural muy visitado por sus atractivos naturales y, también, por la frescor y calidad de las aguas de la fuente situada en la plaza del santuario. De hecho, nadie se marcha del paraje sin probarlas, y además son muchos los que incluso acuden con garrafas para llevárselas a casa.
Sin embargo, y esto ya ocurrió el verano pasado en un fenómeno hasta entonces prácticamente insólito, la sequía propicia que de la fuente apenas manen unas pocas gotas, y que incluso llegue a secarse por completo en los días de mayor presión de visitantes, básicamente los fines de semana.
El agua procede de un manantial muy superficial, de ahí que acuse más los episodios de sequía. Si bien este año se han registrado más precipitaciones, no han sido suficientes para paliar la extrema sequedad del pasado ejercicio.
Así las cosas, los excursionistas que acuden a la Font Roja estos días no pueden saciar su sed en la fuente, llevándose una decepción al accionar los grifos y comprobar que no sale agua de los mismos. La alternativa, aunque mucho menos atractiva, son los aseos situados junto a la zona de aparcamiento.
La sequía también está haciendo mella en los acuíferos de los que se abastecen los municipios de la comarca, que poco a poco han ido disminuyendo sus reservas. De momento, en cualquier caso, no se prevén restricciones, aunque la mirada sigue estando depositada en el cielo, a la espera de que el final del verano y el otoño traigan precipitaciones.
