La empresa Ibivisión SAU, cuya marca registrada es «Totcable», propietaria de las antenas que han sido objeto de polémica en las últimas semanas, afirma que su situación es completamente legal y que las instalaciones son inocuas, a la par que arremete contra algunos vecinos por verter «falacias» y generar «alarma».

El pasado 15 de mayo este diario informaba del malestar y la movilización propiciada en el barrio de la Dulzura de Ibi, contra unas antenas situadas en la zona, que los vecinos denunciaban como ilegales y nocivas, en un proceso cuyos orígenes se remontan a 2010.

La empresa ha expresado a este diario su rotundo malestar con esta campaña, al considerar que no responde en absoluto a la realidad y que está promovida por un número muy reducido de personas. Así, Ibivisión SAU subraya que tiene licencia de actividad, que cuenta con oficinas en la población, que es operador de telecomunicaciones debidamente inscrito y que «está dotada de todas las autorizaciones necesarias» para efectuar este tipo de instalaciones.

Además, indica que en 2013 se entregó un informe a los vecinos, firmado por una ingeniera de Telecomunicaciones, en el que se explicaba que las antenas de recepción de tecnología Wimax «no afectan en forma alguna alguna a la salud de los ciudadanos. Es el mismo sistema que se encuentra instalado en todos los colegios, hospitales y en la gran mayoría de viviendas de este país, antenas que no precisan de licencia individual». La mercantil asegura que se trata de instalaciones equiparables a las wifi domésticas.

Hay que significar que los vecinos denunciantes habían mostrado su inquietud por la falta de control de las instalaciones que, «falacia» que según la empresa «ha quedado rebatida».