La reparación del colector de aguas fecales de la zona de Trencacaps, en el barrio de Batoy en Alcoy, que sufrió una importante rotura a mediados de octubre, con el consiguiente vertido, tendrá que esperar, ya que los terrenos en que tiene que efectuarse son de titularidad privada, por lo que el Ayuntamiento tiene que poner en marcha la expropiación del suelo necesario.
Los vecinos de la parte baja de Batoy se vieron afectados por un grave problema de insalubridad y malos olores, originado por una importante rotura del colector de Trencacaps, que baja desde la zona de El Castellar y la rotonda de la carretera de Banyeres. Esta avería provocó un vertido de grandes dimensiones, que originó las quejas de los residentes y obligó a una intervención municipal de envergadura, con el fin de controlar la situación y sanear el cauce.
Posteriormente, el departamento de Obras y Servicios en colaboración con el de Medio Ambiente, puso en marcha el mecanismo necesario para afrontar la reparación definitiva. En este sentido, se acaba de notificar a los vecinos, según ha podido saber este diario, que la Entidad pública de saneamiento de aguas residuales de la Generalitat (EPSAR) ha recibido la necesaria autorización de la Confederación Hidrográfica del Júcar para llegar a cabo la reparación del colector.
Sin embargo, este proceso no se podrá poner en marcha de inmediato, debido a que los terrenos de Trencacaps por los que discurre el colector son privados. Por ello, el teniente de alcalde Paco Agulló ha informado a los vecinos que «actualmente se está tramitando desde la oficina municipal de Patrimonio y Vivienda el expediente de expropiación necesario para poder disponer de los terrenos de zona de Trencacaps por los que transcurre el colector, cuestión necesaria para llevar a término los trabajos necesarios».
La intención del Ayuntamiento va dirigida a auspiciar el inicio de los trabajos de reparación en el mismo momento en que se disponga de los terrenos, una cuestión en torno a la que no se puede poner fecha en la actualidad.
Hay que significar que la intervención de los servicios municipales permitió controlar el vertido, sin que se hayan producido problemas desde finales de octubre. En una ocasión los vecinos volvieron a denunciar filtraciones, pero se debieron a que los servicios técnicos lanzaron agua para comprobar dónde estaba la rotura del colector.
