El Ayuntamiento de Alcoy, a través de una subvención concedida por la Diputación por medio del plan de mejora de los parajes naturales municipales, ha construido dos charcas artificiales para potenciar la conservación de anfibios y reptiles en el Racó de Sant Bonaventura-Canalons. En total, el Consistorio ha invertido 6.180 euros, de los cuáles han sido subvencionados por la institución provincial 2.694.

Los trabajos, según la información facilitada, han consistido en la rehabilitación de parte de la acequia que conducía el agua desde el Molí de Dalt del Racó al Molí de Baix. Las dos charcas que se han construido reciben el agua que circula por esta conducción, desde el azud del río Polop.

Estas obras han perseguido dos objetivos: por un lado, ampliar los espacios acuáticos que mejoren la conservación de las comunidades de anfibios y reptiles del paraje, ya que suelen ser el lugar de apareamiento y reproducción de la mayoría de especies; y por otro, rehabilitar parte del patrimonio cultural e histórico del paraje vinculado a la explotación de los molinos de harina, como es el caso de sus sistemas hidráulicos.

Finalmente, la construcción de estas charcas permitirá una mejor observación de los anfibios y facilitará su estudio y conocimiento por parte de los centros educativos que visitan el paraje dentro del proyecto de educación ambiental que lleva a cabo el Ayuntamiento.

El concejal de Medio Ambiente, Paco Agulló, destacaba que con estas actuaciones se sigue poniendo en valor un paraje que cuenta con importantes valores medioambientales y culturales. «El Racó de Sant Bonaventura y Els Canalons -manifestó- son un área única de nuestro entorno medioambiental por motivos faunísticos, botánicos, paisajísticos, culturales y patrimoniales, y sin embargo, durante muchos años la zona había estado pendiente de intervenciones para su puesta en valor y facilitar la visita a los usuarios en unas mejores condiciones».

En este sentido, resaltó que desde el departamento de Medio Ambiente «se está llevando a cabo un trabajo constante para consolidar la zona como uno de los puntos de mayor interés medioambiental de nuestro ámbito territorial».

En los últimos tiempos, con esta finalidad, se ha restringido el acceso de vehículos, se han llevado a cabo replantaciones de especies que finalmente han enraizado, y también se han instalado barandillas para mejorar la seguridad de los visitantes.

Paralelamente está desarrollándose el proyecto Río Polop, un programa para el estudio y conservación del ecosistema del curso fluvial que cuenta con la participación directa de la ciudadanía. Un grupo de voluntarios realiza controles periódicos de la calidad del agua, al tiempo que se organizan actividades para el seguimiento de diversas especies de fauna, caso de las tortugas y cangrejos autóctonos.