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La joya de la numismática española

El especialista Juan Carlos Miró garantiza la autenticidad de un valiosísimo duro de plata de 1869

La joya de la numismática española JUANI RUZ

«El sueño de todo coleccionista español», así ha calificado Juan Carlos Miró, de Miró Coleccionismo de Alcoy, el duro de plata de 1869 que ha tenido estos días entre sus manos, con el fin de autenficiarlo. Una de las 100 monedas que se acuñaron en 1869, durante el Sexenio Liberal, a modo de prueba y de las pocas que a día de hoy se conservan; de ahí su valor incalculable.

Se trata de una pieza redonda de plata de 37 milímetros de diámetro y cuyo peso es de 25 gramos. La imagen que se puede apreciar en una de sus caras es una alegoría de España reposando un brazo sobre Gibralar, mientras que en la otra aparece el escudo de España en el centro, y alrededor pone: «Ley 900 milésimas», «40 piezas en kilos», «5 pesetas».

Son muchos los coleccionistas de monedas que cuentan con un duro de plata, pero muy pocos los que han visto alguna vez alguno de 1869. La fecha es la que hace que tenga un valor especial, «la del 69 fue la prueba», por lo que tan sólo se fabricaron 100 ejemplares, de los cuales se conservan «muy pocos», tal y como ha explicado el especialista en numismática.

«Tras comprobarse que el modelo acuñado había gustado, al año siguiente se hicieron millones», según ha apuntado Miró, quien ha hecho hincapié en que «de ahí que la del 70 tenga un valor de 10 euros». El precio de un duro de plata de 1869, no obstante, es incalculable, ya que «son piezas para subasta», por lo que se desconoce por cuánto podría venderse, aunque se habla de muchos miles de euros, lo que supone millones de las antiguas pesetas.

Juan Carlos Miró ha manifestado sentirse «muy orgulloso» de haber podido tener entre sus manos «la reina de la numismática, una de las más apetecibles del coleccionista español», con la cual ha extremado todas las precauciones durante el tiempo que ha estado a su recaudo.

El hecho de que un ejemplar como este haya llegado hasta Miró Anticuarios no es una coincidencia, sino que viajó desde Cataluña para que este profesional garantizase su autenticidad. En la actualidad el numismático alcoyano es prácticamente el único en toda España que certifica monedas, lo cual significa que «son auténticas y no han sido manipuladas», según ha apuntado.

Para ello, después de estudiar el ejemplar en cuestión, lo sella en un estuche y le pega un holograma de seguridad. «Como todo producto hoy en día, la garantía revaloriza el producto», ha explicado el especilista, quien, a su vez, ha explicado que hasta poco antes del verano -cuando él empezó- este tipo de garantías se podían obtener en Estados Unidos y Francia, entre otros países, con los riesgos y costes que suponía enviar un ejemplar de semejantes características tan lejos.

En menos de seis meses, Juan Carlos Miró ya ha certificado la autenticidad de «varios cientos de monedas», aunque reconoce que «hasta la fecha la más destacada es el duro de plata de 1869».

En su afán por prosperar en el negocio y buscar la excelencia en el coleccionismo, tal y como él mismo ha explicado, está dando a conocer el sistema en todas las ferias del sector, lo cual le ha llevado, además, a entablar negociaciones con numismáticos particulares para certificar colecciones completas.

Con todo, el valioso ejemplar llegó a Miró Anticuarios en un momento muy especial, ya que la empresa -ubicada en las calle San Nicolás- celebra sus 30 años de experiencia en este sector profesional. «Siempre intentamos ir más allá», ha indicado Miró en referencia a la certificación de autenticidad, una práctica que, asimismo, está convencido de que antes de que finalice el año «habrá más profesionales y empresas que la pongan en marcha».

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