El Pla de la Font, un año más, fue ayer el epicentro de una celebración emblemática: el tradicional Almuerzo de Fira. A primera hora de la mañana se encendió el fuego en las cocinas instaladas para la ocasión en la parte alta de la plaza para empezar a asar las longanizas y morcillas. Estos fueron los ingredientes principales que después se sirvieron con pan. Varias componentes de la asociación de Amas de Casa de Cocentaina colaboraron en la elaboración de los bocadillos que después, en las barras, se fueron entregando a centenares de personas, junto a un vaso de vino y unas aceitunas.

En el Pla de la Font se registraron largas colas, que incluso rodeaban a los expositores situados en este enclave. Y es que fueron muchas personas, tanto de Cocentaina como foráneas, las que no quisieron perderse esta tradicional cita de este veterano certamen.

El edil de Fira, Vicent Sandoval, explicó que se repartieron unos 2.400 bocadillos durante la mañana de ayer. Asimismo, el munícipe quiso agradecer a las Amas de Casa «su esfuerzo y colaboración».

Cualquier rincón del Pla de la Font sirvió como escenario para saborear el bocadillo. Fue un desayuno, además, que contó con música y baile.

La rondalla de Muro amenizó la mañana con varias interpretaciones, pero además tocó varias piezas que fueron bailando las componentes del Grup de Danses de Cocentaina. Así que los contestanos y visitantes, además de participar en la cita gastronómica, también pudieron disfrutar de una muestra de bailes y canciones de estas tierras.