La cuenta atrás ya ha comenzado. Tan solo quedan seis meses para las Fiestas de Moros y Cristianos en honor a San Jorge. Así que ayer, los festeros de las 28 filaes se concentraron en el parque de la Glorieta para vivir una intensa jornada que marca el ecuador del año festero y en la que destacó la celebración del concurso de olleta.

Los componentes del bando de la cruz y el de la media luna fueron llegando a este céntrico jardín durante toda la mañana. Se dirigieron a cada uno de los puestos asignados para cada formación para compartir con los compañeros los primeros compases de la celebración. Y éstos se desarrollaron bien jugando partidas de cotos, preparando el aperitivo o formando al compás de las marchas moras o cristianas que bien interpretaron algunas formaciones musicales o, directamente, se reproducían a través de unos altavoces.

Un año más, y como viene siendo tradicional en esta fiesta, los protagonistas lucían camisetas, delantales o gorras con los colores o escudos de la filà. Una indumentaria que tiñó de color el escenario de la celebración.

Un lugar que registró una masiva asistencia a mediodía. Fue el momento en el que numerosos festeros tomaban el aperitivo previo a la comida. Precisamente, mientras se disfrutaba de este ágape se podía ver cómo los cocineros terminaban las paellas o asaban carne.

Tras la comida llegó el momento más esperado: el inicio del concurso de olleta. A las cuatro de la tarde se dio el pistoletazo de salida con el reparto de los ingredientes básicos para elaborar el tradicional plato alcoyano. A partir de ahí, los encargados de las 28 filaes fueron cocinando a fuego lento la olleta ante la mirada de sus compañeros y también de miles de alcoyanos que se acercaron hasta la Glorieta para ver el certamen gastronómico.

Bandas de música fueron amenizando la tarde con la interpretación de música festera, aunque el sonido de los goles del Real Madrid y del Barcelona también se colaron en esta celebración. Fueron muchos los que estuvieron siguiendo el Clásico a través del móvil, la radio o de la televisión.

Fase final

Y en este espectacular ambiente fue avanzando la tarde hasta que a las ocho llegó el momento decisivo. Era la hora marcada para que las filaes fueran entregando los platos de olleta a la organización. Algunas lo hicieron minutos antes de la hora oficial, otras lo dejaron para minutos después y tres formaciones se quedaron fuera del concurso ya que no lo presentaron a tiempo.

Así que el jurado, reunido en el templete, saboreó veinticinco platos de olleta para evaluarlos. En un papel fueron escribiendo su puntuación. Sobre las ocho y media de la tarde se conoció el veredicto.

El secretario de la Asociación de San Jorge, Juan Enrique Ruiz, fue el encargado de anunciar las dos filaes que mejor habían cocinado el tradicional plato alcoyano. Así, el jurado decidió que el segundo premio era para la Filà Aragonesos. La olleta de esta formación cristiana fue cocinada por Jordi Sellés, quien subió, muy sonriente, hasta el templete para recibir el tradicional plato de subcampeón de manos del presidente de la Asociación, Carlos Aracil.

Sellés señaló que «en casa me sale mejor, pero para ser la primera vez que he cocinado la olleta con leña, estoy muy contento» y destacó la colaboración de sus compañeros. Este festero, asimismo, confesó que el secreto que le había dado su madre para elaborar el plato funcionó ya que el resultado final fue extraordinario.

La Filà Magenta, que cumple 150 años, fue la ganadora del concurso. Sus cocineros, Enrique Escudero y Arturo Gandía, recibieron el plato conmemorativo y manifestaron su alegría al alzarse con el máximo galardón porque era la primera vez que cocinaban la olleta en el concurso. «Le hemos puesto mucha ilusión, nos ha salido muy buena y ahí tenemos el premio». Así que cerraron la noche saboreando la victoria.