El estruendo de los arcabuces invadió ayer por segundo día consecutivo las calles de Ibi, poniendo el broche de oro a unas Fiestas de Moros y Cristianos espectaculares que tanto vecinos como visitantes han disfrutado con intensidad. Nada menos que 400 kilos de pólvora han quemado los festeros en las dos contiendas mantenidas durante la celebración, la primera en la tarde del sábado, con la conquista del castillo por parte de las huestes de la media luna, y la segunda ayer, cuando los defensores de la cruz lograron recuperar la plaza.

La celebración arrancó el pasado viernes, con unas Entradas de Moros y Cristianos que hicieron disfrutar al numeroso público que abarrotaba las calles. Las comparsas brindaron un desfile brillante, imaginativo y repleto de color, en el que el ingente acompañamiento musical fue otra de las notas destacadas.

Un sensacional preámbulo para las jornadas que llegarían después. El sábado fue el turno para los más pequeños, con un desfile infantil en el que demostraron su buen hacer a pesar de su corta edad. Ya por la tarde llegó la primera de las batallas de arcabucería, que concluyó con la victoria del bando moro.

Ayer, tras la guerrilla matutina, de nuevo los arcabuces tomaron la voz cantante con un enfrentamiento vespertino en que los cristianos recuperaron la fortaleza. La solemne procesión en honor a la patrona puso el punto y final.