Los grupos de la oposición en Ibi han rechazado que el Ayuntamiento asuma el sobrecoste de las obras de renovación de la cubierta del depósito de agua potable. PSOE y EU, además, exigen al gobierno municipal un mayor control del gasto en la contrata.

Representantes de los distintos grupos políticos del Ayuntamiento, a petición del PSOE, han visitado esta semana las obras que se están ejecutando en el depósito. Según señalaba la portavoz socialista, Susana Hidalgo, la modificación del proyecto se ha traducido en un encarecimiento del presupuesto. «Según la justificación del PP -destaca Hidalgo- esto ocurre porque los redactores, la empresa Hidraqua, se basaron en los datos del proyecto inicial de construcción de este depósito que data del año 1968, en vez de tomar los datos directamente del real que existe, de lo que se dieron cuenta al empezar la obra».

Desde el PSOE, añadió la portavoz, se respeta el criterio de los técnicos y, por tanto, la idoneidad del segundo proyecto que se ha tenido que redactar, «pero consideramos que este sobrecoste, fruto de un error de Hidraqua, no debe ser pagado por los ciudadanos de Ibi y que las empresas deben ser responsables de los presupuestos que presentan». De hecho, la propuesta de asumir este sobrecoste fue rechazada en el último pleno por los grupos de la oposición, aprovechando que sólo asistieron seis concejales del PP.

En la visita a las obras, destacó Hidalgo, se comprobó que lo contemplado en el último proyecto ya se ha ejecutado, «lo que contradice la palabra de la portavoz del PP, María Amparo Pina, que nos aseguró en el pleno que las modificaciones no se habían realizado aún».

Santi Garcia, concejal de EU, ha reclamado por su parte al gobierno municipal que exija el cumplimiento del contrato de gestión del agua firmado en 1980. El edil señala que en 1999 se produjo una supuesta prórroga de contrato, «siendo que en realidad lo que se hizo fue renovar el contrato de forma irregular, sin sacarlo de nuevo a concurso».

Garcia indica que dicha renovación se produjo con la excusa de variar la forma de calcular la tasa y el desequilibrio económico, «lo que ha propiciado que el gobierno municipal aprovechara la situación para evitar fiscalizar de forma correcta esta gestión». EU destaca que el descontrol del gasto se puso en evidencia cuando se pretendía que el Ayuntamiento asumiera el sobrecoste de la obra del depósito.