­El colegio Bracal de Muro inició ayer el curso con una sentada protagonizada por alumnos, padres y vecinos en general, en señal de protesta por los siete años que se van a cumplir desde que el centro fue ubicado en barracones. Miembros de la plataforma «Bracal Ja¡» criticaron los reiterados «incumplimientos» y «mentiras» de la Conselleria de Educación en lo que respecta a la construcción de la nueva escuela. Esta reivindicación marcó el inicio de curso en las comarcas de l´Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla que se desarrolló sin incidencias destacables.

El malestar por la situación que se vive en Muro se hizo evidente con una sentada a las puertas de los barracones y la lectura de un manifiesto reivindicativo. También se hicieron sonar pitos y cacerolas. Al término del acto, Marga Cloquell, de la plataforma «Bracal Ja¡», manifestaba que la comunidad educativa «está harta de tanta mentira y promesa incumplida. Se excusan con los problemas económicos derivados de la crisis, pero la verdad es que tienen sólo dinero para lo que quieren». Cloquell anunció unas «jornadas de lucha» los próximos días 26 y 27 de septiembre, con actividades lúdicas y reivindicativas.

El alcalde, Rafael Climent, que respaldó la protesta, criticó la «indiferencia» del gobierno valenciano en relación a los problemas de la educación, e invitó a la ciudadanía a «reflexionar ante las próximas elecciones autonómicas».

La concejal de Educación, Elisa Genís, también censuró «la mala gestión y las mentiras del PP», que mantienen «a los niños en unas condiciones que no son las adecuadas».

En el resto de poblaciones de estas comarcas, la entrada a los centros se desarrolló sin problemas de magnitud, según indicaron las fuentes consultadas. En Alcoy, el Ayuntamiento ha protagonizado numerosas actuaciones durante el verano en los centros públicos, con un coste de 80.000 euros y que han propiciado que «todos los centros estuvieran a punto para ayer», indicó el edil de Educación, Manolo Gomicia.

Precisamente, el edil visitó junto con el alcalde Antonio Francés el colegio Horta Major, donde criticó «el papel residual que el valenciano pasa a tener en el sistema educativo».