Banyeres ha incluido un total de 212 elementos en un catálogo de bienes y espacios protegidos impulsado por el Ayuntamiento. El documento contempla desde yacimientos arqueológicos a edificios diversos, pasando por otras infraestructuras como fuentes, balsas o puentes.
El Diario Oficial de la Comunidad Valenciana (DOCV) publicaba recientemente el anuncio de información pública del catálogo de bienes y espacios protegidos de Banyeres. Este documento, que se elabora por primera vez en el municipio, contempla 212 elementos de muy diversa índole.
Así, aparecen yacimientos arqueológicos y bienes etnológicos entre los que se encuentran el Parque Cultural del Agua, fuentes, acequias, balsas, azudes, lavaderos, pozos y puentes, además de molinos u hornos. También ocupa un apartado especial la arquitectura religiosa, como es el caso de la iglesia, ermitas, oratorios y retablos, y la arquitectura rural, con masías, corrales, majanos y cucos de piedra como principales exponentes.
En lo que respecta a edificios singulares, destacan el Teatro Principal, el conjunto de Villa Rosario o varias casas del municipio, a lo que se suman otros elementos como el refugio de las laderas del castillo, cantoneras, canales de forja decorados, bóvedas o la antigua almazara. El catálogo también incluye otros inmuebles históricos que ya estaban protegidos al tratarse de bienes de interés cultural, como es el caso del castillo o la torre de la Font Bona.
Cada una de las fichas relativa a cada elemento consta de una memoria descriptiva del elemento, cronología, estado de conservación, si se trata de bien de interés cultural, bien de relevancia local o bien catalogado, ficha de su localización mediante ficha catastral y coordinadas, fotografías y planos, así como indicación de la propiedad y el uso público o privado que se propone. Dependiendo de sus características, los elementos se clasifican en tres niveles de protección: integral, parcial o ambiental.
Según explicaba el portavoz del gobierno municipal, Ramón Albero, la confección del catálogo se inició en 2009 «y ha sido ardua y laboriosa tanto en los trabajos de formación del inventario como en la clasificación de los bienes». En la elaboración han participado técnicos tanto de la empresa contratada como del Ayuntamiento.
«El objetivo principal del catálogo -resaltó- es velar por el patrimonio cultural existente en el término municipal tras su oportuno inventario y clasificación, por lo que a partir de ahora el municipio conocerá qué edificios o bienes se han de conservar».
