La Conselleria de Educación ha «amenazado» con llevarse a otro aulario a los escolares de Agres si el Ayuntamiento no ofrece otro local mientras se desarrollen las obras en el colegio El Teix, según la información facilitada. El Ayuntamiento había anunciado que no volvería a dejar la Casa de Cultura como medida de presión para que se agilizasen los trabajos para subsanar las deficiencias detectadas en la cubierta, aunque señalan que la cesión se hará efectiva si la Conselleria garantiza que el proyecto estará finalizado, como mucho, en dos meses.

Hace casi cinco meses que las obras del colegio de Agres están paralizadas después de que se detectaran deficiencias en la cubierta y fuese necesario ampliar el presupuesto y realizar otro proyecto para llevar a cabo los trabajos con los que arreglar los problemas surgidos en la cubierta.

La Conselleria, como ya les informó este diario, ya ha adjudicado la segunda fase de las obras a una empresa, sin embargo, todavía está en marcha el proceso burocrático por lo que todavía no hay ningún movimiento en el aulario, ni tampoco ha trascendido cuándo comenzarán las obras.

Es por ello que a dos días para que se inicie el curso, aunque en Agres posiblemente el arranque será más tarde ya que esta localidad celebra la próxima semana las Fiestas, todavía se desconoce dónde irán los niños a clase.

Y es que la Dirección Territorial de Educación hace unos meses trasladó al Ayuntamiento que si no cedía una instalación, pondrían un autobús para llevarse a los escolares a otro centro, según ha explicado el alcalde de la localidad. Josep Manel Francés, a este respecto, indicó que «si nos garantizan que la obra estará terminada en un mes y medio o como mucho dos meses, sí que cederemos la Casa de Cultura». Con todo, el primer edil indicó que «no queremos que los niños se vayan del pueblo».

Desde el Ayuntamiento, asimismo, no quieren que se vuelva a repetir una situación cómo la vivida durante el curso pasado, cuando el traslado era provisional por unos meses y al final, los alumnos estuvieron desde septiembre hasta junio debido a la demora en el inicio de los trabajos y a la paralización de los mismos. «No estamos dispuestos a volver a soportar un año de demoras y retrasos burocráticos» sino que «queremos que las obras terminen cuanto antes» y los niños puedan «disfrutar» de las nuevas instalaciones, aseveró el primer edil.