Las investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil y los técnicos de la Conselleria de Gobernación han permitido confirmar que el incendio registrado en la tarde del martes en Alcoy, entre Gormaget y Serelles, fue intencionado. La superficie calcinada asciende a 30 hectáreas, y en la jornada de ayer todavía permanecía en el lugar una brigada para prevenir rebrotes. Los vecinos, algunos de los cuáles fueron desalojados, se quejaban de la falta de desbroce de los terrenos, lo que facilitó la propagación de las llamas. El incendio ha sido dado por extinguido a las 09.18 horas de hoy.

Tal y como se ha venido informando, un incendio desató en la tarde del martes la alarma en Alcoy. Las llamas se iniciaron en la zona de Gormaget y recorrieron la falda de Mariola por el perímetro del casco urbano hasta llegar a Serelles, donde los medios de extinción lograron detener su avance. La cercanía del fuego obligó a desalojar por precaución parte de la urbanización de Sol i Camp.

Este diario ya señalaba que todos los indicios apuntaban a que el incendio fue intencionado, toda vez que ya se habían registrado dos conatos con anterioridad. Fueron el viernes pasado por la noche, así como el sábado al mediodía, cuando ya se vio a una persona en actitud sospechosa. Ambos conatos, además, tuvieron su origen prácticamente en el mismo lugar en el que comenzó el siniestro que finalmente en la tarde del lunes terminó arrasando toda la zona antes descrita.

Pues bien, las investigaciones llevadas a cabo tanto por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil como por los técnicos de la Conselleria de Gobernación han confirmado la intencionalidad del incendio, por lo que ahora las pesquisas van dirigidas a tratar de localizar al pirómano para su detención.

Así lo informó ayer el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat, que también comunicó que la superficie afectada por el fuego se aproxima a las 30 hectáreas, la práctica totalidad de cultivos. Ayer permanecía en la zona una brigada medioambiental para prevenir rebrotes.

Vecinos de las casas que se vieron amenazadas por el fuego se quejaban de la falta de desbroce de los terrenos, lo que facilitó la propagación de las llamas.

Según ha podido saber este diario, los terrenos situados entre Serelles y Sol i Camp pertenecen casi en su totalidad a una inmobiliaria que pretendía optar a ejecutar nuevas fases de la primera urbanización, mientras que los restantes, hasta el área de Gormaget, son de varios dueños que también podrían construir viviendas.