Sólo fueron dos hectáreas de matorrales y monte bajo en la parte inferior de Sant Antoni, pero al mediodía de ayer el conjunto del parque natural de la Font Roja corrió serio peligro por el fuego. A las 19 horas el fuego fue controlado tras haber arrasado 2,5 hectáreas. Un incendio originado el filo de las 12 horas junto a los túneles de la vía verde, frente a la pista de aeromodelismo del polideportivo de Alcoy, provocó una humareda negrísima en un momento que, vista desde el casco urbano, hizo temer lo peor. Sin embargo, era día de Alerta 3 y máximo riesgo, en palabras del director del parque Natxo Palmer, lo que provocó que el despliegue de los servicios de extinción fuese inmediato y masivo y que, entre todos, pudiesen solventar la situación antes de que el fuego se extendiera, lo que habría podido resultar catastrófico para el parque natural.

Mientras las llamas subían hacia Sant Antoni y los bomberos y las brigadas forestales empezaban a desplegarse, un primer helicóptero hacía una pasada, descargaba y comenzaba a aliviar la situación. En los minutos posteriores llegarían tres helicópteros más y dos air tractor, lo cual, unido a que las llamas alcanzaron una zona de rocas y acto seguido la carretera, rebajó la intensidad del frente de fuego.

Cuando prácticamente estaba apagado, de manera casi sorprendente, apareció un segundo foco, con llamas a ras del suelo, en la ladera principal de Sant Antoni, a unos 100 metros enfrente del primero. ¿Acción intencionada? ¿Una brasa desplazada por las palas de los helicópteros? ¿Un animalito chamuscado? (Esta última opción se llegó a apuntar). Ninguna de estas opciones estaba clara en un primer momento, pero lo cierto es que los servicios de extinción tuvieron que dividir su acción entre ambos frentes, aunque el primero estaba bajo control directo de brigadas y bomberos.

Varias descargas consecutivas de helicópteros y air tractors, combinadas con la acción desde tierra, consiguieron frenar este frente, que se quedó a ras de suelo y no alcanzó la parte alta de los árboles, sobre todo pinos en esa zona. A partir de las 13.30 horas, todo el mundo empezaba a respirar porque ya se veía que, pese al viento, la situación comenzaba a estar bajo control, lo que se corroboró a las dos de la tarde. Los medios aéreos siguieron refrescando durante bastante tiempo, aunque retirándose progresivamente.

La concentración en la zona, con el puesto de mando entre los túneles de la vía verde, fue un hervidero, con la presencia del alcalde, Antonio Francés, el primer teniente de alcalde y edil de Medio Ambiente, Paco Agulló, y el responsable de Seguridad, Natxo Gómez, además de dos concejales del PP. Junto al director del parque natural estuvieron también efectivos de la Comisaría, Policía Local, Guardia Civil, Policía Autonómica y personal de Cruz Roja. Además de cinco brigadas de la Generalitat y todos los efectivos disponibles del parque de Bomberos de la Montaña -con seis vehículos- también hubo una notable participación de voluntarios de ACIF.

Además, el conseller de Gobernación, Lluís Santamaría, estuvo en contacto con el alcalde. En declaraciones a este diario Francés destacó la «eficacia» y el «esfuerzo» de todos los participantes para lograr la extinción con el menor impacto posible.

Desde un primer momento, se tuvo muy claro que el incendio, por el lugar en que se originó, fue debido a la mano del hombre, bien por negligencia bien de manera intencionada. Fuentes de los servicios de extinción corroboraron ayer tarde que se sospecha de dos jóvenes que fueron detectados en la zona y que se marcharon en un coche marrón.

Las carreteras de Sant Antoni y la Font Roja fueron cerradas y la Policía puso en marcha un cerco en aras a controlar la zona. Además, mientras dos brigadas quedaron como retén en la zona con el fin de atajar posibles controles, se ha incrementado el grado de vigilancia de los parajes naturales por prevención.