El Ayuntamiento de Alcoy sigue diseñando el programa para la recuperación de la zona de los antiguos chalés de la Font Roja, marcada por la desaparición de algunos edificios y el estado de ruina absoluta de la mayoría. El plan de viabilidad que ha impulsado el gobierno, en base al trabajo del arquitecto Santiago Pastor, ha sido consensuado ahora con la Asociación de Turismo y Hostelería y con la plataforma que se opuso al hotel, en base a los representantes ecologistas. Cada vez más se acrecienta el uso turístico y de servicios para el paraje.

El concejal de Urbanismo, Natxo Gómez, ha explicado que el gobierno local sigue desarrollando contactos con diferentes sectores sociales y profesionales de la ciudad. «Consideramos que tenemos que garantizar el futuro de estas edificaciones en un espacio tan emblemático como delicado, objetivo que ha de contar con el apoyo de todos», indicó. Así, como se viene informando, se ha propuesto efectuar una construcción en la que haya «un espacio diáfano multifuncional, donde pueden coexistir un lugar de refugio en caso de mal tiempo para los visitantes e instalaciones de uso didáctico y pedagógico. Estamos pensando en un lugar donde proyectar guías explicativas, crear un posible mercado de productos tradicionales y ecológicos e incluso un establecimiento de restauración que complemente el ya existente con otros servicios diferentes para atender a los visitantes», agrega el edil.

Los edificios que se plantean para recuperar el área del santuario mantendrán la simetría y la apariencia exterior, con una o dos plantas, a pesar de que se acortará la edificación por sus extremos. Además se fijarán criterios actuales de seguridad y evacuación, permitiendo la entrada y el paso a la zona de los servicios de emergencia.

El Ayuntamiento cuenta con un visto bueno verbal de la Conselleria de Cultura, en tanto se están tramitando los permisos, pero entre tanto se sigue contactando con los colectivos, entre los que se destaca la asociación e turismo y Hostelería y la plataforma contraria al hotel, especialmente los ecologistas de La Carrasca. «La primera es básica porque el turismo de interior que deseamos desarrollar puede ser una pieza de generación de empleo y riqueza, y la segunda porque su lucha contra la propuesta de la Diputación del PP de crear un hotel derivó en una serie de alternativas a este espacio muy interesantes», agregó.

Hosteleros y ecologistas han coincidido en plantear espacios diáfanos en el edificio y en usos turísticos y ambientales.