Ya de por sí ayer era un día diferente porque terminaba el curso escolar, pero para Mauro Alcaraz Gisbert fue más especial si cabe porque para él era el primer día como Sant Jordiet. Este alumno del colegio Salesianos San Vicente Ferrer de Alcoy compartió juegos con sus compañeros en un parque del barrio de la Zona Norte mientras también recibía felicitaciones por ser elegido para representar al personaje principal de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy.

Mauro, que tiene 7 años, cuenta que se enteró que iba a ser Sant Jordiet 2015 «cuando ayer [por el jueves] me lo dijeron mi padre y mi madre» minutos después de que se celebrase el sorteo en el Casal de Sant Jordi. La suerte quiso que saliese la bolita con el 3, el número ligado a este pequeño festero que lo presentaron por la Filà Domingo Miques, ya que a ella pertenecía su abuelo que falleció hace un tiempo, aunque también es miembro de la Filà Llana.

«Estoy muy contento» comentaba este niño que ayer terminó 1º de Primaria con buenas notas. «El curso le ha ido muy bien», explicaba su tutora, Mónica Segura, al tiempo que significaba que «es un buen estudiante, muy simpático y muy cariñoso».

«Gimnasia, matemáticas, lengua, valencià y conocimiento del medio» son las asignaturas que más le gustan a este Sant Jordiet que también es deportista. «Soy portero de hockey» en el Patín Alcodiam, explicaba ayer añadiendo que esta temporada ha encajado «pocos goles». Pero también se decanta por «el fútbol, el baloncesto y el tenis».

En el apartado festero, Mauro señaló que «me gusta hacer el cabo moro y practico mucho en mi casa, en casa de mi tío y en la filà» y el acto que más distingue en la Trilogía es «L'Aparició de Sant Jordi porque me gusta cuando tiran las flechas». En unos meses, él será el que esté en las almenas del castillo cuando, al son del «Nostra festa ja...» y entre la nube de humo, lance las saetas. Pero antes, en concreto este domingo, será protagonista en la procesión del Corpus donde debutará en el cargo «y tengo ganas de llevar la bandera».

Mauro empieza a hacer realidad su sueño de ser Sant Jordiet.