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El olor a pólvora impregna Muro

Las embajadas y el disparo de arcabucería marcan la última jornada en honor a la patrona

El olor a pólvora impregna Muro

Muro apuró ayer las horas al máximo. Los vecinos de la población disfrutaron de la última jornada de sus Fiestas de Moros y Cristianos en honor a la Virgen de los Desamparados, antes de que el próximo domingo tenga lugar el día de la «Pujà». El «Dia dels Trons» de Muro estuvo marcado por el característico olor a pólvora y el estruendo de los disparos de arcabucería. La humorística Embaixada del Tonell corrió a cargo de las filaes Mare de Déu y Llana, que llevaron a cabo la representación en la placeta Molina.

Al finalizar, y tras un tiempo de descanso, a las 12.30 horas ambos bandos se enfrentaron por el poder de la villa. Las huestes moras salieron desde la plaza de la iglesia, mientras las tropas cristianas lo hicieron desde la calle Sant Francesc de Borja. Media hora de dura batalla en la que el denso humo complicó la visibilidad de los participantes y que finalizó con la Embajada Mora y la victoria del bando de la media luna, no sin que antes los cargos festeros se enfrentasen con espadas.

A las 16.45 horas dio comienzo la reconquista de Muro. Los cristianos retomaron el poder después de enzarzarse en otra guerrilla de arcabucería y protagonizar la posterior Embajada Cristiana. Unos 200 kilos de pólvora se gastaron frente a los más de 300 de otros años. El presidente de la Junta de Festes, Rafa Payá, explicó que esto se debe al encarecimiento del explosivo, lo cual ha obligado a que disparen el mínimo de festeros posible; 5 por formación, 7 en el caso de los cargos. Asimismo, se mostró orgulloso de que «todo haya salido según lo previsto», destacando lo mucho que «se lo han currado los cargos de este año» y la «brillantez y normalidad en los actos».

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