Alcoy ya está en Fiestas, y ha entrado en ellas a lo grande. Fue en la tarde de ayer cuando veinte bandas de música y la multitud que abarrotaba tanto la plaza de España como las calles adyacentes entonaron como una sola alma el «Nostra Festa ja...», dando paso de esta forma a la tan esperada Trilogía. La batuta del prestigioso percusionista Pedro Estevan fue la encargada de dirigir a la coral más grande del mundo en un acto que, una vez más, fue emotivo y brillante.

Las Fiestas de este año se han hecho esperar, por aquello de las fechas de la Semana Santa. Por eso los alcoyanos han arrancado la celebración con más ganas si cabe, tal y como se pudo comprobar en la jornada de ayer, Dia dels Músics.

Fue a las siete y media de la tarde cuando la Unió Musical de Agres iniciaba el desfile de la Fiesta del Pasodoble, y a partir de ahí ya todo fue rodado. Las veinte bandas que participaban en el acto fueron avanzando por la avenida País Valencià y la calle San Lorenzo hasta la plaza de España, escenario de la interpretación del Himno.

El público, cada vez más numeroso, aplaudió el paso de los músicos en una tarde espléndida, más fresca que las de los últimos días, que en cualquier caso también contribuyó a configurar un ambiente mágico.

La llegada de las bandas alcoyanas a la plaza anunció el momento álgido del acto. Primero fue la Primitiva la que hizo su entrada en la bandeja acompañando al director del Himno, el percusionista de prestigio internacional Pedro Estevan, natural de Sax, pero que desde muy temprano vivió en la ciudad y estuvo muy vinculado a esta banda. Después llegaron la Unión Musical, la Agrupación Serpis y, por último, la Música Nova, con el niño Sant Jordiet, Mario Gisbert.

Fue precisamente el principal protagonista de la Fiesta el encargado de entregarle la batuta a Estevan, que raudo se dirgió al púlpito para dirigir a las bandas y a la coral que configuraban los miles de espectadores. Las notas del Himno invadieron el cielo alcoyano, antes de que las campanas de Santa María anunciaran a los cuatro vientos la llegada de los días más destacados del calendario anual alcoyano.

Pedro Estevan, tras dirigir el Himno, explicó que en los minutos previos «tenía el nervio típico de antes de un concierto» y después cuando llega ese momento de ver a muchos músicos y miles de personas «es muy impresionante». Además, «hay una ventaja y es que todo el mundo sabe la música, sabe cantar la letra. Se va mucho sobre seguro y eso te ayuda mucho. Es únicamente empezar y dejarse volar». Estevan, por último, explicó que lo vivido no había sido como pensaba porque «uno se puede imaginar una cosa como esta, pero la realidad es diferente. Es más».