El reparto de los 2.436 kilos asignados para el Alardo de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy se inició ayer con retraso y cierto suspense, pues el transporte especial -un auténtico polvorín portátil- llegó con bastante retraso, mucho después de las once de la mañana, lo que provocó que se formaran largas colas de festeros, que aguardaron pacientemente hasta que se pudo acometer la distribución. A partir de ahí, todo fue sobre ruedas y de hecho a las 4 de la tarde ya se habían entregado más de 400 kilos, según explicó el portavoz de la Asociación de San Jorge, Alfredo Lloréns.

La pólvora es uno de los atractivos de las Fiestas de Alcoy, pero los problemas con la legislación, a raíz de las crecientes restricciones, y posteriormente la crisis económica y las subidas de precios han provocado una drástica caída, hasta el punto que de la media tonelada que se disparaba a principios de los años ochenta, la cifra ha caído hasta la mitad.

Este año se ha registrado una recuperación, cuantificada en 185 kilos, como se viene informando, lo que permitirá reforzar ligeramente el acto, pero, sobre todo, ha provocado una recarga anímica. Así las cosas, consumado el pedido y pagada la pólvora, ayer todo estaba preparado en el antiguo bar del polideportivo Francisco Laporta para efectuar el reparto. Pero el camión no llegaba y al final se vivió algún momento de cierta pesadilla, hasta que al final el transporte llegó. «Nos han comentado que lo han retenido en la zona de Cox por una voladura», presumiblemente por obras, señaló el portavoz.

En el momento de su entrada, se había formado una larga cola de festeros en la zona exterior, sin contar los que habían llegado y habían decidido marcharse para regresar en otro momento. Cerca del mediodía, se pudo iniciar la distribución que se desarrolló de una manera ágil, hasta el punto que a las cuatro de la tarde ya se habían entregado más de 400 kilos, según agregó el portavoz.

La operación continuará hoy durante toda la jornada, asignando un kilo para cada festero, con un exhaustivo dispositivo de seguridad, que es «exactamente el mismo que hemos tenido en años anteriores».