Las Fiestas de Moros y Cristianos de Onil alcanzaron ayer una de las jornadas más destacadas. La Entrada arrancó con rigurosa puntualidad a las 17.30 horas encabezada por el bando de la cruz y el buen tiempo acompañó a los más de 1.200 participantes, que gozaron del calor del numeroso público.
Los actos en honor a la Virgen de la Salud en Onil vienen desarrollándose desde la semana pasada. Tras un exitoso desfile de l'Olleta el domingo por la noche, la jornada de ayer arrancó con la Diana al son de «les dolçaines i els tabals». La interpretación de los himnos tras el rezo del Ave María y la posterior «Ballà de Banderes» centraron toda la atención de festeros y visitantes por la mañana.
Sin embargo, el momento más esperado llegó por la tarde, cuando con rigurosa puntualidad, a las 17.30 horas, los cristianos arrancaron la Entrada. Tal y como viene siendo habitual, los festeros se fueron preparando en la calle Maestro Giner para empezar a desfilar desde la avenida de la Constitución hasta llegar a la plaza del Carmen. El buen tiempo propició que numerosas personas acudiesen a tan destacada cita, llenando las aceras y agasajando con aplausos a los festeros.
La presidenta de la Asociación de Comparsas Virgen de la Salud, Teresa Esteve, se mostró satisfecha de que los actos «se estén desarrollando con normalidad» y apuntó que en la Entrada participaron más de 1.200 personas, entre boatos y festeros. La encargada de protocolo y prensa de la entidad, Rosana Guill, puntualizó que en torno a 15 bandas de música pusieron el toque sonoro en el desfile.
Los estandartes de las seis comparsas y de la Asociación y el Centro Instructivo Musical de Onil fueron los encargados de dar paso al ejército cristiano, encabezado por su embajador. Los Cristianos fueron los primeros en desfilar, seguidos por los Vizcaínos y los Estudiantes.
Las capitanías del bando de la cruz destacaron por la mezcla de metales y colores, y el intenso sol marcó la jornada vespertina, haciendo que los festeros lucieran más, si cabe, cada uno de los atuendos.
Del mismo modo, el embajador moro fue el encargado de abrir paso a los integrantes de este bando. Los Moros, Marruecos y Moros Artistas destacaron por su característico ritmo pausado, las plumas de sus turbantes y, al igual que los cristianos, por la mezcla de colores.
Hasta la villa muñequera se desplazaron numerosos políticos, que disfrutaron de la Entrada desde la tribuna de autoridades, presidida por el alcalde, José Ramón-Francés.
Programación
Las Fiestas continúan hoy con un programa repleto de actos. A primera hora de la mañana, tras el volteo general de campanas, las bandas de música y los festeros iniciaran un pasacalle , siguiendo cada bando itinerarios diferentes. A las 11.30 horas tendrá lugar la misa solemne a cargo de la familia Gisbert de Biar y a las 12 horas se llevará a cabo la tradicional concentración de festeros en la plaza del Carmen, donde dará comiendo la guerrilla seguida de la «Ballà de Banderes». Por la tarde, a las 17.30 horas, habrá otra batalla que culminará con la embajada en la que los cristianos perderán el dominio de la población. Durante estos actos, unos 300 festeros dispararán este año, tal y como apuntó la responsable de protocolo Rosana Guill.
