Fonèvol, que ayer tarde lanzó una nueva campaña de reparto de confeti morado «reivindicativo», ha denunciado la perversión del sistema, en lo que se refiere a las mujeres que forman parte de las filaes con derechos plenos y que no pueden desempeñar sus funciones porque no tienen «compañeras», en lo que califica «realidad de la integración de la mujer en las Fiestas».

Así, Fonèvol ha puesto sobre la mesa el caso de Nuria Martínez, la primera mujer que se incorporó a una filà en 1997 y que en la actualidad tiene pendientes seis escuadras en la Entrada y la Primera Diana, porque no tiene compañeras. Desde Fonèvol se subraya que cada vez que Nuria Martínez pide una escuadra «le dicen que no puede ser porque la ordenanza lo impide. Cuando pide amparo a la Asociación le contestan que la ordenanza lo impide y el Ayuntamiento dice que hay que dejar trabajar a la Asociación. Y así llevamos años y años», señala.

Mientras tanto, esta festera «está pagando la "fulla" desde 1997, como el hombre de delante, como el hombre de detrás, como el hombre de la derecha y como el hombre de la izquierda».