La detección de nuevas deficiencias en el colegio de Agres ha paralizado las obras de rehabilitación que se estaban llevando a cabo, dado que será necesaria una ampliación del presupuesto y una nueva licitación de los trabajos. Los escolares, que permanecen desde septiembre pasado en la Casa de Cultura, ya no podrán regresar al centro escolar este curso, por lo que tendrán que seguir soportando incomodidades. El Ayuntamiento, en este sentido, reclama la máxima celeridad en los trámites a la Conselleria de Educación.

Tal y como se ha venido informando, los 27 alumnos del colegio de Agres iniciaron el curso en la Casa de Cultura, ante el anuncio de la Generalitat de que iba a acometer la rehabilitación de la escuela, afectada por problemas de cimentación.

Sin embargo, los meses fueron pasando sin que las obras comenzaran, pese a las incomodidades que soportaban los niños, con aulas pequeñas, separadas por paneles y con los lógicos problemas de insonorización. Además, el Ayuntamiento se tenía que hacer cargo de los costes de la calefacción, lo que supone un desembolso muy fuerte para un municipio de este tamaño. Padres, profesores, escolares y representantes municipales llegaron a protagonizar distintos actos reivindicativos, exigiendo el inicio de los trabajos.

Al final, fue el pasado mes de enero cuando daba comienzo la actuación, con un presupuesto de 155.000 euros. La previsión era que los escolares se trasladasen de nuevo al colegio este mes de abril, pero no va a ser posible.

Según informaba el alcalde, José Manuel Francés, la detección de nuevas deficiencias ha obligado a paralizar los trabajos. Según explicaba, «se ha constatado que el soporte de la cubierta no cumple con la normativa actual de centros docentes, con lo que los técnicos no pueden certificar la obra como finalizada».

Así las cosas, será necesario reelaborar el proyecto y ampliar el presupuesto en unos 100.000 euros más, procediéndose además a una nueva licitación de las obras, en este caso a través de un procedimiento negociado.

Francés, en este sentido, solicitaba a la Conselleria de Educación «la máxima celeridad en los trámites, para que al menos el próximo curso los niños ya puedan iniciarlo en la escuela. A las incomodidades que están soportando, hay que sumar el perjuicio para el conjunto del pueblo, que desde hace meses no puede hacer uso de la Casa de Cultura».