La actividad es incesante en el castillo de Fiestas de Alcoy. Desde hace semanas, como se viene informando, se trabaja de forma intensa para culminar su montaje y, de forma complementaria, para adecuarlo y permitir que su interior sea visitable. La intención era que esta semana, hoy o mañana, el proceso hubiese quedado completado, con el fin de aprovechar que el ciclo escolar aún no está terminado, pero al final las visitas no se podrán efectuar de forma más o menos regular hasta la próxima semana, según explica el concejal de Fiestas, Jordi Martínez.

El proceso está incluyendo una modificación estructural de la zona interior, con el objeto de otorgarle mayor seguridad, tanto para las visitas como para los propios actos de las Fiestas de Moros y Cristianos, especialmente el Día del Alardo con las Embajadas y la Aparición. Para ello, se está renovando la escalera y sustituyendo todo el planché por otro más resistente.

Mientras tanto, los miembros de la brigada municipal de obras trabajan intensamente para que todo esté a punto; de hecho, durante el fin de semana la actividad fue incesante y lunes y martes ha seguido a buen ritmo. El concejal Martínez ha subrayado que se tiene el objetivo de que todo esté listo a finales de esta semana, a fin de que la próxima pueda acometerse el programa de visitas. «Quizá hagamos alguna esta semana, con carácter simbólico, para constatar que todo está a punto. Ahora bien, que nadie espere maravillas: simplemente se podrá ver cómo es el castillo por dentro», apuntó.

Entre tanto, el montaje del aderezzo festero sigue su curso imparable y, precisamente, el castillo ha recibido uno de los elementos más destacados: el caballito blanco de Sant Jordiet, que ya ha sido izado y ubicado en el torreón principal por los miembros de la brigada. Allí será probado por el Sant Jordiet y luego utilizado «de verdad» en la Aparición, el acto que cierra la Trilogía de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy.