El Ayuntamiento de Alcoy ha rescatado del olvido las infraestructuras hidráulicas de los antiguos molinos harineros del Racó de Sant Bonaventura, las cuáles habían sido literalmente engullidas por la maleza y se encontraban muy deterioradas. La actuación se ha llevado a cabo en el seno de los trabajos que se están ejecutando para acondicionar este espacio, declarado paraje natural municipal.
El Racó de Sant Bonaventura acoge desde el siglo XVIII dos molinos harineros, los cuáles aprovechaban los saltos de agua del río Polop para su funcionamiento. Sin embargo, las cada vez más habituales épocas de sequía propiciaron el abandono progresivos de estas instalaciones, si bien el Molí de Baix estuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo pasado.
Los molinos, aunque en situación de ruina, todavía se mantienen en pie y pueden ser contemplados por los excursionistas. Sin embargo, no sucedía lo mismo con las infraestructuras hidráulicas. La presa construida en la parte más elevada del paraje conducía el agua del río a través de una serie de acequias, pero con el paso del tiempo éstas han ido deteriorándose y desapareciendo materialmente al ser engullidas por la maleza.
Así las cosas, y según explicaba Vicent Galbis, del departamento municipal de Medio Ambiente, «aprovechamos la subvención concedida por el Ministerio de Medio Ambiente al paraje para documentar estas construcciones y recuperarlas». Así, se ha procedido al desbroce de la zona, lo que ha dejado a la vista acequias e incluso el conducto por el que se precipitaba el agua al interior del Molí de Baix. También se han efectuado algunas reparaciones en muretes de piedra. Galbis indicó que el Ayuntamiento tiene previsto organizar una visita guiada para el mes de junio.
