Alcoy reinauguró ayer el puente Francisco Aura Boronat con un homenaje a los 22 alcoyanos que fueron deportados a campos nazis, si bien se centró el reconocimiento en Aura. El Ayuntamiento decidió repetir el acto de apertura de esta plataforma que une los barrios de la Zona Norte y el Viaducto después de que las protestas y las fuertes medidas de seguridad que rodeaban al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, impidieran el acceso a la ciudadanía de la «puesta de largo» de este nuevo vial que se celebró en enero.

Paco Aura, el único de los 22 alcoyanos que fueron deportados a los campos nazis que queda vivo, llegó al puente que lleva su nombre, en el Viaducto, acompañado por el alcalde Antonio Francés y entre los aplausos del numeroso público. Estos fueron los minutos previos al estreno del acto que estuvo protagonizado por el Coro Senior de la Universidad Politécnica de Valencia-Campus de Alcoy que, dirigido por Àngel Lluís Ferrando, interpretó el «Cant dels Ocells». La música dio paso a las palabras del edil de Cooperación, Solidaridad y Paz, Jordi Tormo; de Adrià García y Moisés Pulido que leyeron un poema y el Juramento de los Deportados (donde las víctimas del nazismo se comprometieron a dar a conocer la historia vivida en los campos de exterminio para que no se olvidara) y de Álex Agulló, miembro del Col·lectiu per la Cultura de Pau i Noviolència. En el acto también intervinieron familiares de los alcoyanos deportados, como Mila Bravo, nieta de Pedro Ruiz, y Silvio Cortés, hijo de Jorge Cortés.

Tras las intervenciones, Paco Aura, arropado por el primer edil alcoyano, fue el encargado de descubrir la placa que da nombre al puente y de dirigir unas palabras al público. «Quiero dar las gracias a los alcoyanos, al Ayuntamiento y a todas las personas que han hecho posible este acto», dijo Aura al tiempo que añadió que «solo espero que este puente se convierta en un símbolo de la paz y la concordia y sirva de recuerdo para lo que ocurrió».

El alcalde destacó que «hoy sí hemos podido celebrar las cosas como tocan, sin barreras y que Paco sienta el calor y respeto» de los ciudadanos. Antonio Francés, en su discurso, también recordó que de los 22 alcoyanos deportados a los campos nazis «trece sobrevivieron y gracias a ellos hemos podido saber lo que vivieron dentro de los campos y el horror que sufrieron. Gracias a ellos se mantiene viva la memoria» y también quiso dar las gracias a Aura «por ser un ejemplo para todos, por tu humanidad y dignidad».

Al son del «tabal y la dolçaina» los asistentes recorrieron unos 200 metros para asistir al descubrimiento de un cartel que explica la vida de Paco Aura y el monolito con los nombres de los 22 alcoyanos deportados, dando así por concluida la inauguración.