La Asociación Defensora de los Herbívoros contra Incendios Forestales (AHIF) reclama a la Conselleria de Medio Ambiente que recorte los permisos de caza, al entender que se está llevando a cabo un «exterminio planificado» de diversas especies en la provincia. La entidad destaca que sólo hay 45 días al año en que no se puede llevar a cabo esta actictividad, y que se conoceden más autorizaciones que animales hay en el monte.
ADHIF, a través de un comunicado, destaca que algunos cotos de caza menor están dedicados casi exclusivamente al negocio de la caza mayor, y que no es normal «lo que la Conselleria está permitiéndoles». Señalan que se empieza a cazar en esperas al jabalí por daños en la agricultura el primer día de abril. En mayo ya se amplían las esperas a hembras de ciervo, muflón y arruí, destacándose que en esas fechas las ciervas aún no han terminado de parir. «Muy pocas hembras -afirman- se matan legalmente, que sería en las zonas donde realmente hacen daños en la agricultura».
En julio se autorizan los recechos a todas las especies -ciervo, gamo, arruí y muflón-, tanto machos como hembras. En hembras hasta el 31 de diciembre y hasta el 31 de enero en machos.
En septiembre empiezan las batidas al jabalí y se permiten hasta mediados de febrero. En estas batidas, en las que denuncian, no siempre están controladas, se incluyen casi siempre ciervos, muflones y arruís o gamos.
Asimismo, añaden desde ADHIF, la Conselleria no pone limitaciones de sexo o edad en las batidas o recechos. «Aquí se mata todo lo que se puede y cuanto más mejor», resaltan.
Con todo, señalan que sólo quedan 45 días al año en los que no se puede cazar, con lo que llegan a la conclusión de que «los permisos se han de acortar, y con ello se evitará que se maten hembras en diciembre o enero a punto de parir». En ADHIF señalan que «estamos a favor de la caza, pero no a seguir con planes técnicos de caza menor y permitirles que cacen casi todo el año a la caza mayor».