Mari Carmen, Encarna, Paqui, Virtudes, Manuel, Sari, Vicenta, María José, Conchi, Agueda, Pepa, María, Carmina, Luisa y Nerea son solo algunos nombres de afectados por fibromialgia, una enfermedad crónica que se caracteriza por provocar fuertes dolores, fatiga, estrés e insomnio a quienes la padecen.

Si bien es una patología que padece hasta el 5% de la población, su diagnóstico no es fácil, puesto que los resultados de radiografías, análisis de sangres e, incluso, biopsias musculares son normales. Es por ello que la mayoría de los afectados sufren durante años la enfermedad sin saberlo.

Esta situación conlleva en muchas ocasiones que el entorno más cercano no entienda a los enfermos de fibromialgia. La incomprensión y la falta de apoyo, asimismo, son factores que favorecen la aparición de ansiedad y depresión.

En la lucha por que estas personas aprendan a convivir con la fibromialgia juega un papel fundamental la enfermera de la consulta de enfermería Reumatológica del Hospital Virgen de los Lirios de Alcoy María Dolores Gil, quien imparte desde hace 17 años un taller terapéutico en Alcoy y es miembro del Grupo de Trabajo de Enfermería de la Sociedad Española de Reumatología y de la Agrupación Española de Profesionales de la Salud para el Estudio de las Enfermedades Reumáticas.

Cada lunes en el Centro Social de la Zona Norte se reúnen en torno a 15 personas, todas ellas mujeres, a excepción de un hombre, para realizar estiramientos y ejercicios de relajación. Además, cada sesión les sirve para desahogarse y compartir sus experiencias, así como para repartir ánimos y consejos a sus compañeros.

Lola, como la conocen sus pacientes, ha explicado que cuando una persona es diagnosticada se deriva a la consulta de enfermería Reumatológica, donde «le explicamos tanto al paciente como a sus familiares más directos que es una enfermedad crónica, benigna sin riesgo para la vida y que no provoca invalidez o lesiones definitivas». Además, les ofrecen la posibilidad de asistir a los talleres, lo cual «es libre y voluntario», además de gratuito, ha recalcado.

Esta enfermera dedica parte de su horario laboral a impartir el taller, contando con el visto bueno de la dirección del hospital. Esta actividad, además, permite optimizar los recursos, ya que los pacientes que asisten acuden menos a las consultas médicas.

Muchos de los afectados que se han animado a probar, repiten, y todos coinciden en que «te sientes arropada» y en que «la relajación y el ejercicio me va estupendamente». Por otro lado, reconocen que «somos muy perfeccionistas» y que las sesiones con María Dolores Gil «han dado un giro importante a mi vida».

Aprender a convivir con el dolor y a afrontar el día a día de forma optimista son valores fundamentales para sobrellevar la fibromialgia, así como el éxito de los talleres que imparte Lola. Y la continua asistencia de gente lo que garantiza su permanencia durante los últimos 17 años.