El concejal de Compromís en Castalla, Joan Antoni Cerdà, ha presentado su dimisión como miembro de la corporación municipal, a consecuencia de la polémica relacionada con la compra de 188.000 euros de material eléctrico y de limpieza cuando estaba al frente de la delegación de Mantenimiento Urbano. El edil admite que no debió fraccionar las facturas y que se marcha para que su grupo pueda ejercer la oposición sin problemas. Con todo, anuncia su intención de volver a presentarse a las próximas elecciones municipales, incluso encabezando la lista de los nacionalistas.
Tal y como informó este diario, el nuevo gobierno municipal de Castalla, integrado por PP y UCiD, estaba investigando la compra de material eléctrico y de limpieza por parte del anterior ejecutivo. El gasto ascendía a 188.000 euros, 121.793 en productos de limpieza y 66.292 en bombillas y tubos fluorescentes.
El alcalde, Juan Antonio Candela, calificaba la suma de «desmesurada», al tiempo que destacaba que las adquisiciones se realizaron a ocho empresas del mismo grupo y con precios de mercado «elevados». También llamaba la atención sobre la gran cantidad de material que se acumulaba en los almacenes municipales. Es por ello por lo que solicitaba a PSOE y Compromís explicaciones acerca de este asunto.
Con estos antecedentes, ayer se conocía la dimisión de Joan Antoni Cerdà, concejal de Compromís que había estado al frente de la delegación de Mantenimiento Urbano.
En declaraciones efectuadas a este diario, Cerdà defendía su actuación, señalando que «consideré que sería positivo que el Ayuntamiento asumiera un refuerzo en la limpieza a través de la brigada de obras e incluso contratando a gente, teniendo en cuenta que aquí todavía se realiza la recogida de la basura a mano y eso propicia que las aceras estén más sucias».
En el caso del material eléctrico, reconoció que «tal vez me equivoqué a la hora de calcular la cantidad, pero hay que tener en cuenta que en Castalla existen 3.000 iluminarias y que hay muchos edificios municipales con tubos fluorescentes. A la larga, tanto en el caso del material de limpieza como en el eléctrico, todo iba a repercutir en un ahorro para el Ayuntamiento y los contribuyentes».
Con todo, Cerdà admite que no debió fraccionar las facturas para que cada pago no superara los 2.000 euros. «Fue una cuestión burocrática, para evitar cada dos meses tener que hacer una propuesta de gastos», subrayó.
Así las cosas, ha decidido presentar la dimisión como concejal. Según sus palabras, «lo hago para evitar tiras y aflojas en los plenos y que mi grupo pueda ejercer la oposición sin problemas. Además, si hace nada le pedimos la dimisión al alcalde por perder un plan de empleo, ahora debía ser consecuente».
Pese a todo, Joan Antoni Cerdà tiene previsto presentarse a las próximas elecciones, repitiendo incluso como cabeza de lista, si así lo decide su partido. «No tengo nada de lo que esconderme», enfatizó.
Cerdà lleva desde 2008 como concejal, y esta legislatura formó parte del gobierno municipal hasta la moción de censura presentada por PP y UCiD. Eva Guerrero será la encargada de sustituirlo y acompañar a la actual portavoz de Compromís, Lusa Monllor.