La comunidad educativa de Agres protagonizó ayer un acto de protesta por el retraso en el comienzo de las obras de rehabilitación del edificio de la escuela. Niños, padres y profesores se manifestaron por las calles de este pequeño municipio de El Comtat, tras haber cumplido cinco meses en las aulas provisionales de la Casa de Cultura, que no reúnen precisamente las mejores condiciones para el desarrollo de las clases.
Tal y como se ha venido informando, los 27 alumnos del colegio de Agres iniciaron el curso en la Casa de Cultura, dado que la Conselleria de Educación tenía previsto iniciar de inmediato las obras de la escuela, que presenta problemas de cimentación. Sin embargo, transcurrido todo este tiempo los trabajos continúan sin arrancar, y eso a pesar de que están adjudicados desde el 28 de octubre.
Mientras tanto, los niños asisten a clase en unas aulas provisionales, pequeñas y separadas por paneles, al tiempo que el Ayuntamiento se está haciendo cargo de los costes de la calefacción, lo que supone un desembolso muy fuerte para las arcas municipales.
Así las cosas, la paciencia se ha terminado por acabar para la comunidad educativa, que ayer protagonizaba una manifestación recorriendo distintas calles del pueblo y mostrando pancartas reivindicativas.
Ana Bodí, de la AMPA, mostraba la indignación de los padres. «La Conselleria no está cumpliendo con su palabra, y hasta nos hemos planteado denunciarla por maltrato psicológico, porque no sabemos qué va a pasar. Exigimos que comiencen las obras ya, y sólo esperamos que detrás de este retraso no esté la intención de cerrar el colegio, porque no lo vamos a consentir», indicó.
Juan Silvestre, teniente de alcalde, se expresó en parecidos términos, indicando que «el Ayuntamiento ha cumplido en todo, pero no pasa lo mismo con la Conselleria».
La directora del colegio, Lourdes Orduña, mostró el apoyo del profesorado a las reivindicaciones.
