El economato de Cáritas Interparroquial de Alcoy alberga estos días la mayor actividad del año, con su punto culminante, quizá, ayer por la mañana, con la recepción de 500 lotes de Navidad, que se entregarán mañana por la tarde a las familias necesitadas. El responsable del servicio, Rafael Tortosa, subrayaba ayer que por estas fechas se está registrando una auténtica avalancha de donaciones de comida, mientras mostraba un rincón en el que se acumulaban más de 1.000 bolsas con todo tipo de alimentos, pero especialmente no perecederos».
Ayer por la mañana fue un momento de especial actividad, en la que la organización movilizó a la mayor parte de sus efectivos, integrados por unos 25 voluntarios. «Algunos son de las parroquias y otros no», matiza Tortosa, junto al párroco de Santa María, José Enrique Francés, máximo responsable de Cáritas Interparroquial y del economato y que, en sus funciones desde hace unos meses, asistía a su primer «día D». «La verdad es que todo está en marcha», comentó.
De hecho, los voluntarios procesaron ayer las 500 cestas con productos navideños y de primera necesidad, que aporta La Caixa. La operación de descarga resulto un tanto complicada, pues la calle Purísima, ante el arco del portal de Riquer, tiene una fuerte pendiente y al torito le costó engarzar los palés. Poco a poco, los bloques se fueron trasladando al interior del edificio, donde se procedió a su descarga. «Estas cestas se entregarán el jueves por la tarde, cada una con un pollo que nos facilitan las mujeres del Rotary Club», precisó Tortosa. Estas aportaciones se dirigen hacia las familias que se benefician los servicios de Cáritas, que son 651 según el último censo oficial, aunque siempre hay oscilaciones en la cifra vigente.
Sin embargo, las campañas, los llamamientos que se efectúan de forma permanente, están dando sus frutos, hasta el punto que en las últimas fechas Cáritas Alcoy ha recibido más de 1.000 bolsas con productos, que en estos momentos están depositadas en un rincón del almacén, con el fin de proceder a su procesado; esto es, la catalogación de los diferentes alimentos y su almacenamiento, en función de las fechas de caducidad, que es lo primero que se mira. «Estos alimentos se van a repartir en los próximos meses, en función de las necesidades», agregó. Las bolsas se han ido recibiendo fundamentalmente de los colegios, de los grupos scouts, de la campaña del Belén de Tirisiti y también de donaciones particulares. Los paquetes de macarrones y de arroz y las galletas María de toda la vida sobresalían por encima de cualquier otro producto.
En este contexto, la organización de Cáritas tiene todos sus efectivos desplegados; son unas 235 personas, «pero cada una tiene su especialidad. Hay quién se ocupa de la descarga y del almacenamiento, otros de las cuentas y otros que se ocupan de la parte informática y de la asignación de los distintos productos. Los distribuimos conforme a la especialidad de cada cual y también a la disponibilidad», comentó el responsable.
Precisamente, la asignación era la labor que comenzaba en la tarde de ayer, con el fin de preparar de forma minuciosa el reparto que se efectuará mañana por la tarde, con el conjunto de las cestas especiales y el pollo para cada una de las familias. Aparte, se sigue con la distribución permanente de alimentos, conforme a las necesidades y a las consignas que emanan desde el departamento municipal de Servicios Sociales.
Las donaciones no paran y «tienen que seguir, porque aquí cada día viene más gente», insiste Rafael Tortosa, que no duda en aportar el número de cuenta para las personas interesadas en apoyar de una manera sencilla: 0081-0267-86-0006712084 de Sabadell-CAM.
