El Ayuntamiento de Castalla está negociando un convenio con la Conselleria de Educación para construir el nuevo colegio Rico Sapena a la mayor brevedad posible y en el mismo emplazamiento que ocupa en la actualidad. El departamento autonómico ya ha iniciado los trámites para proceder a la demolición del edificio desalojado hace ahora justo tres años debido a su mal estado.

Tal y como ha venido informando este diario, uno de los edificios del colegio Rico Sapena de Castalla fue desalojado en octubre de 2010 debido a las deficiencias detectadas en algunos de sus pilares. Desde ese momento, los alumnos de cuarto, quinto y sexto de Primaria están asistiendo a clase en aulas prefabricadas.

Tras diversos estudios, la Conselleria de Educación determinó que había que derribar el inmueble afectado, dado que los costes de la rehabilitación superarían lo que cuesta construir un edificio nuevo.

En un principio, estaba previsto que el Ayuntamiento cediera unos terrenos para permitir la construcción de un nuevo centro escolar, habiéndose apuntado la partida de la Llauria como posible ubicación.

Sin embargo, el alcalde, Juan Antonio Candela, ha manifestado que se va a intentar que el colegio continúe en su emplazamiento actual. Según sus palabras, «pensamos que es el lugar idóneo, ya que es allí donde está ubicado todo el complejo educativo de Castalla».

Candela dijo ser consciente de la complicada coyuntura económica actual, lo que dificultará que el nuevo edificio sea realidad en breve. Con todo, destacó que «estamos luchando para que por lo menos haya un plan claro de actuación, de manera que la construcción se lleve a cabo lo antes posible». El objetivo municipal, en este sentido, es la de concretar un convenio con la Conselleria de Educación.

Mientras tanto, el departamento autonómico ha iniciado los trámites para llevar a cabo la demolición del inmueble desalojado. Inicialmente se había hablado de acometer los trabajos este pasado verano aprovechando las vacaciones escolares, aunque al final se ha retrasado.