La constructora del centro de enfermos mentales de Alcoy ha solicitado una nueva suspensión de los trabajos, ante los impagos de la Generalitat Valenciana, que ha incumplido todos sus compromisos. Esta iniciativa impedirá acabar las obras antes del verano, como se había previsto en último término, aunque el alcalde Antonio Francés ha expresado su firme voluntad de que puedan completarse antes de fin de año. "Queda muy poco por hacer", aclaró el mandatario municipal.

El proceso para el centro de enfermos mentales está salpicado de contratiempos. De hecho, la obra se inició en agosto de 2010, a través de un acto en el que la entonces consellera Angélica Such y el alcalde de la época Jorge Sedano colocaron la primera piedra; el plazo de ejecución era de diez meses, por lo que hace dos años que tenía que haber quedado terminada. Hay que significar que Sedano pactó con el Consell que Bienestar Social financiaría la obra pero que el Ayuntamiento sería el promotor, por lo que en realidad es la administración municipal la que está incumpliendo su compromisos de pago con la constructora.

En la actualidad, la Generalitat debe 1.280.000 euros de 2011 y 2012 más otros 700.000 de 2013, que en teoría deberían servir para acabar la obra. Bienestar Social aprobó un primer pago de 580.000 euros y el compromiso de aportar otros 700.000 de manera inmediata, en una decisión acordada a finales del año pasado; sin embargo, el proceso quedó anclado en la Conselleria de Hacienda, que nunca lo ratificó.

En estos momentos, la empresa ha arrojado la toalla y ha pedido al Ayuntamiento la suspensión de las obras por no cobrar, según ha indicado el alcalde Francés. "La construcción se va a paralizar porque no ha cobrado ni un céntimo", comentó. No obstante, el alcalde significó que "queda muy poco por hacer", y aunque no será posible rematar la obra antes del verano, como se había previsto en último término, sí que se confía en que pueda concretarse antes de fin de año. "Confiamos en que la Generalitat cumpla con sus compromisos y de hacerlo en septiembre, todavía podríamos acabar este año".

Este complejo está previsto para prestar asistencia directa a sesenta enfermos, toda vez que dispondrá cuarenta plazas para residentes y veinte para centro de día. Esta iniciativa fue reivindicada de forma insistente por la Asociación de Familiares y Enfermos Mentales (AFIEM), que durante mucho tiempo mantuvo la gestión del centro de día, que le fue retirada el año pasado y traspasada a la Cruz Roja.

Desde el Gobierno local, como señalaron en su día las concejalas Lorena Zamorano y Aroa Mira, se ha criticado la ejecución de este proyecto, toda vez que el Ayuntamiento es responsable directo de los impagos de la Generalitat y podría estar obligado a pagar intereses, en caso de reclamación.

Ni centro deportivo, ni sanitario, ni viviendas finalizadas

El alcalde José Sanus y don Cirilo firmaron en 1994 un acuerdo importante: la Iglesia cedía al Ayuntamiento de Alcoy la propiedad del Barranquet de Soler, que ubicaría en el recinto un complejo deportivo, a cambio de recalificar la parcela del colegio San Roque, el de la Alameda, para construir viviendas. Este último proyecto no tenía fecha concreta, sino que dependía de la unificación del centro, que acabó consumándose a partir de 2008. También se inició la construcción de viviendas, que solamente se ha completado en su mitad, por la caída de la demanda registrada en los últimos años. Por su parte, el gobierno de Jorge Sedano y cambió el paso para el Barranquet de Soler, desechando el complejo deportivo, a cambio de otras instalaciones para el barrio de Santa Rosa, que apenas se han llegado a completar. En su lugar, planteó un centro de enfermos mentales, que se puso en marcha, pero que hasta la fecha no se ha terminado y no hay previsión de que se pueda efectuar a muy corto plazo, por causa de los graves problemas económicos de la Generalitat. Por tanto, de aquel convenio que tiene ya casi veinte años solamente se ha cumplido la unificación del colegio San Roque.