La Diputación Provincial ha iniciado las obras para eliminar cinco curvas de la carretera que une Alcoleja y Benasau, con el objetivo de mejorar la seguridad del trazado. La actuación tiene un coste de medio millón de euros y mantendrá el vial cortado durante varias semanas.

El alcalde de Alcoleja, Francisco Fenollar, explicaba que los trabajos son una antigua reivindicación del Ayuntamiento. Según sus palabras, "la carretera tenía cinco curvas muy pronunciadas y además con un desnivel que en algunos puntos llegaba al 20%. La visibilidad era prácticamente nula y eso había propiciado varios accidentes y problemas para el paso de los autobuses".

En este sentido, el proyecto que se ha empezado a ejecutar propiciará que las cinco curvas se conviertan en sólo una, mucho más suave, y que el desnivel pase a ser del 9%.

Mientras se llevan a cabo las obras, la carretera permanecerá cortada al tráfico, por lo que los conductores tendrán que dar un rodeo por Penàguila y Benilloba. También se ha habilitado un vial alternativo para los agricultores a través de la pedanía de Beniafe.

El Ayuntamiento ha negociado la disponibilidad de los terrenos para permitir las obras. Según el alcalde, "los propietarios se han avenido a hacer una permuta, de manera que el suelo ocupado por el antiguo trazado será reconvertido en bancales".