La presencia masiva de jabalíes en la Font Roja ha obligado a la Conselleria de Medio Ambiente a autorizar cacerías, con el objetivo de reducir la población. El elevado número de ejemplares está ocasionando daños en la flora y los cultivos existentes en el parque natural, así como problemas de erosión en el terreno. La primera de las batidas tuvo lugar este pasado fin de semana con la participación de un centenar de cazadores que abatieron un total de 45 animales.

La Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente autorizó este pasado fin de semana una batida de jabalíes en el parque natural de la Font Roja, con el fin de reducir su población. Según la información facilitada a este diario, el número de ejemplares ha crecido de manera desmesurada en los últimos tiempos, lo que ha originado daños en los cultivos y la flora del paraje, así como una acusada erosión de los terrenos forestales. De igual forma, la circulación incontrolada de los jabalíes puede suponer un peligro paa el tráfico rodado en las carreteras circundantes. De hecho, no sería la primera vez que un animal de este tipo provoca un accidente.

A la hora de concretar las razones de este incremento de la población, hay que apuntar a que el jabalí carece de depredadores naturales, con lo que se reproduce con gran facilidad y sin problemas. Los incendios forestales, asimismo, provocan que huyan de las zonas afectadas y que se concentren en bosques donde puede procurarse alimentos, caso de la Font Roja. Cabe recordar, en este sentiso, que la comarca registró este pasado verano dos grandes incendios cerca del parque natural, concretamente en Mariola y en la zona de La Torre de les Maçanes, Penàguila y Benifallim.

La batida se llevó a cabo en terrenos de la solana de Sant Antoni y en la ombría del Baró, y su organización corrió a cargo del Cub de Caza La Protectora de Alcoy. Intervinieron un centenar de cazadores con 24 rehalas de perros y, según se ha informado, fueron abatidos 45 jabalíes. Debido a la magnitud del evento, y al objeto de garantizar la seguridad, se cerraron al público los caminos de entrada y salida a las masías de Guerra y Baró, así como la subida a la ermita de Sant Antoni y a los paelleros de esta área recreativa. El Ayuntamiento, por su parte, activó el dispositivo de Protección Civil para controlar los accesos a la zona de caza.

Dependiendo de la evolución del número de ejemplares, la Conselleria de Medio Ambiente planificará nuevas cacerías hasta tener controlada la población de jabalíes dentro de unos límites razonables.