Las tres brigadas del incendio de La Torre de les Maçanes que se vieron involucradas en el incidente en el que fallecieron un agente medioambiental y un brigadista no portaban sus cubas en el momento de la tragedia. Así lo ha denunciado el sindicato UGT, que asegura que se podrían haberse evitado las muertes de haber contado con todos los medios.

Tal y como ha venido informando este diario, un agente medioambiental y un brigadista fallecieron el pasado día 12 de agosto mientas intervenían en las tareas de extinción del incendio que calcinó más de 70o hectáreas en los términos municipales de La Torre de les Maçanes, Penàguila y Benifallim.

Desde un principio los sindicatos han venido denunciado que fue una negligencia lo que provocó las dos muertes, así como cuatro heridos, dos de ellos de gravedad. Las centrales destacan que se les ordenó a los brigadistas realizar un contrafuego en la estrecha carretera que une los puertos de Benifallim y Penàguila, una zona que consideran que no era adecuada por la densidad de la vegetación, la fuerte pendiente y porque el frente del incendio avanzaba directamente hacia ellos. Además, aseguran que no se respetaron las normas básicas de seguridad.

Conforme han ido transcurriendo los días, se han venido conociendo más detalles de lo sucedido. Ahora ha trascendido que ninguna de las tres brigadas que esaban en el lugar de los hechos iba con su cuba. Así lo ha denunciado la sección sindical de Tragsa de UGT, que señala que sólo se contaba con dos autobombas de los bomberos que no fueron suficientes para detener las llamas.

Las fuentes consultadas informan que las brigadas siempre tienen que ir con sus respectivas cubas, cosa que no sucedió en esta ocasión. Además, manifiestan desde UGT, en el momento del suceso los brigadistas afectados se quedaron cortados y sin cuba alguna, ni siquiera las de los bomberos, debido al desplazamiento del contrafuego.

Desde el sindicato se asegura que de haberse contado con todos los medios las muertes podrían haberse evitado, o como mínimo las consecuencias no habrían sido tan trágicas.

Como se ha venido informando, el sindicato responsabiliza de lo sucedido, por este orden de rango, al sargento de los bomberos que se encontraba en el lugar de los hechos, a dos agentes medioambientales y al jefe de dotaciones de Tragsa. Recuerda, en este sentido, que el puesto de mando avanzado los envió a un cortafuegos situado más allá de donde se registró la tragedia, y que ellos decidieron actuar por su cuenta y riesgo.

UGT también denuncia la mala coordinación y organización que, en su opinión, viene caracterizando desde hace años el servicio de extinción de incendios de la provincia, en contraposición con los de Castellón y Valencia.