La mayoría de los pacientes que presenta una discapacidad moderada tras haber sufrido un ictus suele tener problemas de movilidad, tales como pérdida de equilibrio, riesgo de caídas o dificultades para caminar, según un estudio presentado por el neurólogo Enrique Noé durante la XXIX Reunión de la Sociedad Valenciana de Neurología (SVN) que se celebró en Alcoy entre el viernes y ayer.

El doctor Noé explicó que el ictus o enfermedad cerebrovascular es el trastorno brusco de la circulación cerebral que altera de forma transitoria o permanente la función de una región determinada del encéfalo. Al respecto, indicó que en los últimos años se han producido "grandes avances" en el tratamiento del ictus durante la fase aguda. En concreto, citó la aplicación de trombolisis en los ictus isquémicos -un fármaco dirigido a disolver el trombo que ocluye la arteria causante de la isquemia-. Este fármaco y la paulatina generalización de Unidades de Ictus en los hospitales "han disminuido drásticamente la posibilidad de muerte o incapacidad asociada a esta enfermedad". Aún así, puntualizó que el número de unidades en España es "muy bajo", con 39 en España, de las que cuatro se encuentran en la Comunidad.

En este contexto, y con motivo de la reunión de la SVN, el doctor Noé presentó un estudio con resultados de un programa de rehabilitación sobre un total de 396 pacientes con una discapacidad moderada residual después de un ictus. Al respecto, comentó que los problemas de movilidad suelen ser los más prevalentes de acuerdo a este estudio, apareciendo en más del 75 por ciento de los pacientes con discapacidad moderada.