El buen tiempo permitirá incrementar un 50% la cosecha de almendra

Los productores de almendras de l'Alcoià, El Comtat, la Foia de Castalla y el Vinalopó, agrupados en la Cooperativa Montaña-Vinalopó de Castalla, más conocida como "la Trencadora", esperan una buena cosecha. Según explicaba el director de esta entidad, Ángel Mollá, las condiciones climatológicas que se han dado en los últimos meses han sido prácticamente idóneas, de manera que las previsiones apuntan a una producción cercana a 1,5 millones de kilos, lo que supondría un incremento del 50% en relación a la alcanzada el ejercicio anterior.

El intenso frío registrado este invierno ha propiciado que los árboles hayan podido descansar mejor, al tiempo que ha retrasado la floración, disminuyendo de esta forma el riesgo de heladas. De hecho, las que se han registrado apenas han llegado a causar daños, debido precisamente a que había muy pocas flores en esos momentos.

El único elemento que conducía a la preocupación de los agricultores era la falta de lluvias, algo que se solucionó en parte con las intensas precipitaciones registradas el martes de la semana pasada en el conjunto de las áreas productoras. En cualquier caso, serían necesarios nuevos episodios de lluvias para terminar de asegurar la cosecha.

Ángel Mollá, con todo, quiso ser cauto a la hora de adelantar previsiones, manifestando que "de aquí a que empiece la recolección todavía falta bastante, y cualquier circunstancia puede torcer las cosas".

El director de la cooperativa ubicada en Castalla se refirió a problemas como las heladas tardías. Según sus palabras, "la gente puede pensar que las temperaturas extremas sólo afectan a la floración, cuando la realidad es que también pueden causar estragos en el momento en que las almendras están empezando a madurar".

Esto es lo que sucedió hace dos años, cuando el 75% de la cosecha se perdió debido a esta circunstancia, y también el ejercicio pasado, en que tanto este factor como otros terminaron reduciendo a la mitad una producción que en principio se esperaba de dos millones de kilos. Una buena campaña este año, por tanto, serviría para paliar en parte estas pérdidas.

Bajos precios

Mollá, por último, expresó sus quejas por los bajos precios del mercado. Según sus palabras, "desde hace 20 o 25 años la cotización de la almedra está por los suelos, con apenas tres euros el kilo sin cáscara. La verdad es que si la gente sigue produciendo es simplemente porque se trata de un cultivo que no necesita muchas atenciones".

Los turroneros de Xixona acaparan la mitad de las compras

La Cooperativa Montaña-Vinalopó de Castalla vende prácticamente la mitad de la producción de almedra a los elaboradores de turrón de Xixona. Según explicaba el director de la entidad agrícola, Ángel Mollá, "la almendra que se cultiva en estas zonas es de muy alta calidad, y eso lo sabe apreciar el sector del turrón, que quiere la mejor materia prima para sus productos. Desde luego, Xixona es para nosotros una plaza muy importante".

Los altos precios del transporte también juegan a favor de los productores locales. Según Mollá, "nostros estamos más cerca, y los compradores, en este caso los productores de turrón, no tienen que pagar los costes que supone trasladar la almendra desde lugares lejanos", argumentó.

Cabe resaltar, por otro lado, que la cooperativa ubicada en Castalla, aparte de las comarcas de l'Alcoià, El Comtat, la Foia y el Vinalopó, también aglutina parte de producción de provincias limítrofes como Valencia, Albacete o Murcia, si bien es un porcentaje bajo en comparación con el que se extrae de las tierras alicantinas.

Como su propio nombre indica, la cooperativa, denominada también "la Trencadora" se encarga de romper las cáscaras de las almedras para su posterior comercialización en grano.